De la ilusión de Messi a la realidad de João Félix
El Barça ha invertido 3,5 millones en fichajes y ha gastado más en reforzar el filial que en el primer equipo. Bernardo Silva, Kimmich, Foyth o Lo Celso se quedaron en el camino.
El mercado que se cerró en la medianoche del viernes ha acabado siendo para el Barcelona muy diferente del que vendió el club desde que terminó el curso y el que llegó a imaginar Xavi. El técnico ha acabado, según sus propias palabras, satisfecho con la plantilla que le ha quedado, pero lo cierto es que muy pocas de sus peticiones originales han podido cumplirse. La dura realidad económica se ha impuesto como lo demuestra el hecho de que el club blaugrana haya cerrado el mercado como el segundo equipo que menos ha gastado. El Barça ha invertido 3,5 millones en fichajes y ha gastado más en reforzar el filial que en el primer equipo.
Y es que el Barcelona inició las vacaciones de verano con la ilusión de traer de vuelta a Leo Messi. Incluso Joan Laporta se reunió con el padre del astro argentino y aseguró que en el plan de saneamiento presentado a LaLiga había permiso para acometer el regreso de Messi. Incluso Xavi llegó a decir que “todo dependía de Leo”.
La realidad fue tozuda y acabó demostrando que lo de Messi era humo, como también lo fueron otras peticiones del técnico.
Bernardo Silva, Lo Celso, Kimmich o Foyth fueron inalcanzables para un equipo que sólo pudo acometer la compra de Oriol Romeu mientras se iban Dembélé, Busquets, Jordi Alba o Ansu, algunos de los jugadores mejor pagados del equipo para hacer sitio a João Félix, uno que también llevaba tiempo sonando, aunque fuera más en el palco que en el banquillo.