Cubero regresa a casa

Sergio Cubero ya descansa en su domicilio tras el susto recibido en la jornada de ayer. Por culpa de un choque de cabezas con el jugador del Castellón, Lucas Alcázar, el lateral armero tuvo que abandonar el campo en camilla. De ahí, fue rápidamente trasladado a un centro médico donde se sometió a diferentes pruebas, y al final de la noche, una vez estabilizado, pudo ya regresar a casa. Hoy, ausente en la sesión de recuperación y compensatoria del primer equipo, será sometido a más pruebas con el objetivo de descartar cualquier inconveniente.

En el minuto 70 de encuentro, un cambio de orientación del conjunto orellut terminó propiciando una noble disputa aérea entre Cubero y Alcázar. En el afán de hacerse con el balón, ambas cabezas chocaron frontalmente para alarma de los allí presentes. El colegiado llamó con celeridad a los servicios médicos, y mientras el carrilero madrileño podía reincorporarse para seguir en el encuentro, el bizkaitarra fue retirado en camilla con claros síntomas de dolor.

A partir de ahí, el Eibar y el cuerpo arbitral, tal y como lo refleja en su acta, procedieron a activar el protocolo de conmoción cerebral. Algo que permitió a los armeros realizar una sustitución más. La de Nolaskoain, en concreto, que pasó a ejercer como central mientras Álvaro Rodríguez hacía las labores de ‘Cube’. Más tarde, Beñat San José agotaría todas las sustituciones dando entrada a Toni Villa y Arambarri. Todo ello mientras, el club informaba del protocolo por megafonía, respondiendo así al reglamento de la federación para estos casos.

Ya al acabar, el propio técnico quiso tranquilizar a la parroquia eibarzale acerca del estado de salud del jugador: “Está bien. En el hospital pero estable. El doctor me ha dicho que está todo bien. Tiene un golpe tremendo, con una zona bastante inflamada, pero está controlado”. Acto seguido, el club hizo lo propio a través de sus redes sociales.

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El resultado de las próximas pruebas marcará los plazos para su vuelta. No obstante, el protocolo no se detiene, ya que, como estipula la liga, “los signos y síntomas secundarios a una conmoción cerebral se resuelven dentro de los primeros 10 días de forma natural hasta en el 95% de los casos, pero otros pueden durar varias semanas o meses”. Los servicios médicos de la entidad guipuzcoana, liderados por el doctor Honorio Martínez, llevarán a cabo un seguimiento continuo del progreso del jugador en los próximos días, pero, de pronto, las noticias son positivas.

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