COPA DEL REY (SEMIS, VUELTA) | BARCELONA 0 - R. MADRID 4
Vinicius, trauma superado
Fin a la maldición: 377 minutos después, marcó su primer gol en el Camp Nou. A la quinta fue la vencida. También ha encontrado el antídoto a Araújo, que ya sufre para frenarle.
De invisible a inexorable. Vinicius se ha pasado años siendo un futbolista inofensivo en el Camp Nou. Rodeado de un aura con tonadas de maldición: hasta este miércoles, sumaba 331 minutos sin hacer un gol en la Ciudad Condal. Sequía absoluta de quien amenazaba sin pudor allá donde iba (41 goles y 33 asistencias, en año y medio, lo avalan), pero se volvía pequeño en la guarida del eterno rival. Gran parte de la responsabilidad la había estado teniendo Araújo, dueño durante un largo tiempo de la patente de su triaca. El Secreto de Estado de cómo frenarlo. Pero se acabó: el brasileño ya fue un dolor de cabeza para él en Liga... y confirmó la fiebre en Copa. Marcó, sacándose la flecha del talón y poniendo fin a la maldición.
Hizo el 0-1, gol que dejó herido al Barcelona y conmocionado al gentío. El de la vuelta de Copa, con suspense y dudas hasta el acta (por momentos pintó a ser de Benzema, que lo empujó a orillas de la línea) fue su primer gol en el Camp Nou, pero no al Barcelona. Tal estaba siendo su Misión Imposible, que sí había sido capaz de hacerle un gol al eterno rival lejos del Bernabéu... ¡pero fue fuera de nuestras fronteras! Sucedió en aquella semifinal de la Supercopa de España 2022, disputada en Arabia Saudí y saldada con victoria para el Madrid en la prórroga (2-3). Arrancó en velocidad por la izquierda, se plantó ante Ter Stegen y marcó en el mano a mano. ¿Le había hecho algún otro gol al Barça? Sí, en aquel 2-0 días antes de que explotase la pandemia; pero fue en el Bernabéu.
A la quinta
El problema de Vinicius era el Camp Nou. Su debut fue en la ida de unas semifinales de Copa, la temporada 2018-19, con Solari en el banquillo. Jugó 64 minutos, siendo titular en la banda izquierda y luciendo el 28 a la espalda. Ni marcó ni asistió. A partir de ahí, tres visitas más a la Ciudad Condal, todas en Liga: 2020-21, 2021-22 y 2022-23, consecutivamente. En esta última, hace 17 días, empezó el fin de todo: con una gran acción por el costado zurdo forzó el autogol de Araújo, que por primera vez mordió el polvo en un cara a cara desequilibrado (hasta entonces, lucía un espectacular 70% de éxito en los duelos frente al brasileño). Siempre lo había frenado y de repente... se le escapó.
Y no ha vuelto a atraparlo. La confirmación de que Vinicius ha encontrado la manera de deshacerse del uruguayo llegó este miércoles, dándole la vuelta a la balanza: quien ganó el 70% de los duelos fue el brasileño. Además, fue el jugador que más ocasiones creó y el que más regates exitosos realizó en todo el partido. La guinda a una actuación sobresaliente llegó con su asistencia a Benzema en el 0-4: una croqueta en la frontal del área para deshacerse de la marca y dejar al francés completamente solo ante Ter Stegen. El brasileño enloqueció en la celebración, sabedor de que había sido el jaque mate. Con su firma.
Un pero: el susto del final
La noche, marcador mediante, podía pintar a plácida. Cuestión de dejar correr el tiempo y el aire. Pero ni mucho menos. Acabó al rojo vivo, con roces entre jugadores y uno candente: Araújo-Vinicius. Esa ‘sana rivalidad’ tuvo un amago de explosión: el uruguayo acabó muy enfadado, reprochándole gestos a la grada, conversaciones con el cuarto árbitro y constantes protestas. Vinicius, con amarilla, se pudo quedar sin Cartuja tras un roce con Araújo a orillas del descuento. Hubo empujón y medio equipo acudió para llevárselo a la banda y evitar que fuese a más. “Tenía amarilla y le buscan. Él quizás también dice alguna cosa... pero bueno, son piques que pasan en el campo, nada más”, opinó Courtois. Su compañero regateó a las ascuas. Y susto mediante, salió indemne de la noche en la que, tras 377 minutos, logró marcar en el Camp Nou. Poner, a la quinta, fin a la maldición. Trauma superado.