Otra noche grande para Lamine
La joya de Rocafonda no defraudó con las asistencias a Pedri y Ferran. Está desatado.


En un acto en un acto propio de su juventud y los tiempos que corren, Lamine Yamal se preparó una sorpresa para la final de la Copa del Rey ante el Madrid. Si en el Clásico de LaLiga en el Bernabéu estrenó unos ‘brackets’ con los colores del Barcelona, en La Cartuja de Sevilla saltó sobre el terreno de juego con un peinado rubio platino que recordó al que lució Neymar en sus buenos tiempos. En el entrenamiento previo lo escondió bajo un gorro para que no se descubriera. Cosas del marketing, supongo.
Pero lo realmente importante y lo que de verdad importaba a los barcelonistas no es que su pelo brillara, sino que lo hiciera su juego. Y Lamine Yamal no defraudó. En otro partido grande, el joven talento azulgrana estuvo enorme. Otra vez más, fue decisivo en una noche en la que tocaba dar la cara. Suya fue la asistencia a Pedri para adelantar al Barcelona en el primer tiempo y cuando parecía que la final se decantaba hacía el Real Madrid se sacó de la chistera otro regalo para que Ferran Torres pusiera el empate a dos. Courtois le privó de la gloria del gol, que hubiera sido un broche de oro a su final. Acabó exhausto, como sus compañeros, pero tremendamente feliz por el título. Lamine Yamal y su pandilla no tienen miedo y están desatados. Ven el triplete muy cerca y no piensan dejarlo escapar. Son la alegría del Barcelona.
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