Christensen: el enigmático agente libre
A dos semanas de poder negociar su futuro, ya que acaba contrato en 2026, el danés dio señales de vida en Guadalajara, donde jugó bien y además marcó un gol. En tres temporadas y media no ha llegado a los cien partidos.
Futbolista ‘guadianesco’, que aparece y desparece; y lleva cuatro años en el Barça sin dar un ruido, caminando de puntillas porque así es como le gusta ir por la vida, Andreas Christensen jugó en Guadalajara su cuarto partido como titular en toda la temporada. Lo hizo, como casi siempre que le toca salir, correctamente. Y hasta coronó su actuación con un gol afortunado que abrió el camino de la victoria en el Barça.
Todos los inputs permiten pensar que esta es la última temporada de Christensen en el Barça. Acaba contrato el próximo 30 de junio, con lo que dentro de un par de semanas ya será agente libre y podrá negociar libremente su futuro. Camino de los 30 años, al Barça no se le ve tampoco demasiada prisa para que renueve. El ex jugador del Chelsea, que llegó libre de Stamford Bridge, tiene una ficha que está en el medio de la tabla de salarios del Barça. Pero más allá del asunto económico, en el club azulgrana se preguntan por la rentabilidad de un jugador que no ha llegado ni a cien partidos en tres temporadas y media.
Christensen también tiene cosas a favor. Cuando está disponible, menos de lo que esperarían los técnicos (su umbral del dolor está por debajo de otros jugadores) garantiza un rendimiento relativamente estable cuando juega. Es polivalente, porque le da una salida a Flick en el mediocentro. Es experto y tiene lectura de juego. Sabe jugar porque entiende el juego. Eso le gusta al entrenador. Además, no hace ruido en el vestuario. Es un tipo que prefiere la calma a su alredeor y estar focalizado en su trabajo. Durante estos años se ha mostrado, además, cómodo en la ciudad. Haya jugado más o menos, siempre ha manifestado a su entorno más cercano que es feliz en la Ciudad Condal y que no le importaría seguir.
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Un Barça a pie de obra
Falta por saber si, en algún punto, los intereses del Barça y Christensen pueden coincidir. Para ello, el danés debería aceptar un contrato corto y con cortapisas económicas. El nórdico es un jugador con cartel en la Premier, y también tendrá siempre abierta las puertas de Arabia. No obstante, en la balanza, y conociendo su estilo de vida, podría priorizar un tiempo más en Barcelona. De fondo, también su plan de vida posterior al Mundial. Ochenta veces internacional con Dinamarca, se jugará en la repesca de marzo la opción de acudir a la cita de América del Norte. Poco después, tendrá que deshojar la margarita con el Barça.
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