Christensen, a la tercera va la vencida
El danés se reincorporará a los entrenamientos la próxima semana con la intención de dejar atrás de una vez por todas sus problemas con el sóleo de la pierna derecha.
Primero fue por culpa de una tendinopatía, que le obligó a pasar por el quirófano en Suecia, y posteriormente dos recaídas, casi consecutivas, en el sóleo de la pierna derecha cuando estaba a punto de entrar en una convocatoria, pero lo cierto es que Andreas Christensen ha sido un jugador más testimonial que otra cosa esta temporada. Con sólo 26 minutos a sus espaldas-salió en la segunda parte en la primera jornada de LaLiga ante el Valencia a mediados de agosto-, el internacional danés tiene el dudoso honor de ser el jugador de la plantilla menos utilizado por Flick.
Christensen ahora se encuentra en la recta final de su recuperación. De hecho, según ha podido saber AS, el defensa tiene previsto reincorporarse al grupo la próxima semana con la intención de recibir el alta a finales de este mes. En todo caso, la prudencia de los servicios médicos es máxima, sobre todo teniendo en cuenta que el danés arrastra dos recaídas seguidas en el sóleo. Ambas, curiosamente, durante un entrenamiento, cuando estaba a punto de reaparecer. De hecho, en la última ocasión llegó incluso a recibir el alta, para lesionarse 48 horas más tarde.
No hay duda de que la lesión de Marc Casadó, que estará unos dos meses de baja por culpa de una rotura parcial del ligamento externo de la rodilla derecha, obliga a Christensen a dar un paso adelante, sobre todo teniendo en cuenta que sólo hay un pivote defensivo en la plantilla: Frenkie de Jong. Y es que el más natural de todos, el jovencísimo Marc Bernal, apenas pudo jugar unos partidos tras sufrir una lesión de cruzados, mientras que la otra alternativa utilizada por Flick ha sido Eric García. Con el regreso de Christensen, el técnico alemán tendría más opciones para ocupar esa posición y dar descanso al holandés. Hay que tener en cuenta que el danés fue la apuesta personal de Xavi Hernández la temporada pasada para cubrir la plaza vacante dejada por Sergio Busquets -tenía a Casadó en la plantilla, pero no le dio apenas oportunidades-, por lo que después de Frenkie sería el jugador que mejor podría adaptarse a esa posición.
La preocupación del cuerpo técnico es cómo responderá a la exigencia física y mental que se requiere en el tramo final de la temporada, sobre todo teniendo en cuenta que lleva ocho meses fuera de los terrenos de juego. La respuesta, desafortunadamente, apunta más incógnita que a certeza.
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