Manchester United: poco que ganar y mucho que perder

Los ingleses necesitan ganar para no perder las opciones de clasificarse a octavos de final. Un tropiezo puede ser fatídico. Hojlund regresa a la que fue su casa.

Mánchester (Inglaterra)Actualizado a 8 de noviembre de 2023 20:58 CET

ADAM VAUGHANEFE

Conocido el resultado del sorteo de grupos de la Liga de Campeones, en Old Trafford esperaban que la principal historia en su viaje a Copenhague fuese el regreso de Hojlund a su antigua casa. Pero ni el danés copa los titulares, ni las aguas del río Irwell viajan tranquilas por el distrito M16. El relato es otro. Al Manchester United le está costando horrores levantar cabeza. Ha perdido ocho de los 16 partidos que ha disputado esta campaña. Es decir, la mitad de ellos. Todavía no ha ganado por más de un gol de margen y a su octava plaza en la Premier League se le unió la semana pasada el final de su defensa del título en la Copa de la Liga. En Europa, el paso de los diablos rojos es igual de vacilante. Perdió en las dos primeras jornadas, y Onana tuvo que detener un penalti en el último suspiro en la tercera para sumar los primeros puntos.

Aún con todo, ese triunfo frente al Copenhague ofrece un halo de esperanza al Manchester United. No está todo perdido. Un nuevo triunfo esta noche frente a los daneses, últimos de grupo con un solo punto, haría que los ingleses dependiesen de sí mismos para alcanzar los octavos de final (sigue el partido en directo en AS.com). Aunque luego deberán visitar al Galatasaray, a quien nunca han ganado a domicilio, y posteriormente recibir al Bayern de Munich, que ya les pasó la mano por la cara en la primera jornada. No hay invitación al optimismo, pero tampoco hay mayor alternativa.

Manchester United: poco que ganar y mucho que perder

La propia competición no es lo que ha apartado el foco de Hojlund en su regreso al club con el que debutó como profesional. Ten Hag ya cuenta las balas que le quedan. Son pocas. Pese a su prometedora primera temporada, en la segunda el neerlandés ha vuelto a toparse con problemas similares a los que tuvieron sus antecesores. El United no tiene mordiente. Le cuesta aprovechar sus ocasiones y ofrece demasiadas facilidades a sus rivales en defensa.

La pasividad de su zaga resulta frustrante, más allá de las sucesivas bajas que estén sufriendo. Al United le falta tensión sobre el césped, algo contradictorio teniendo en cuenta toda lo que existe fuera de él: las denuncias por maltrato a Antony y a Greenwood (que terminó yéndose a Getafe), las lesiones y las fiestas de Rashford, las quejas públicas y el posterior castigo a Sancho, y por último la dilatada venta del club. La incorporación de Jim Racliffe y el grupo Ineos como propietarios del Manchester United traerá cambios en la estructura del club, y ni cuerpo técnico ni plantilla está ofreciendo argumentos sólidos para mantener su trabajo.

Casemiro no ha viajado con el resto de la expedición inglesa. El brasileño fue sustituido en el descanso del duelo en la Copa de la Liga del pasado miércoles por una lesión en los isquiotibiales que lo mantendrá apartado durante unas semanas. Se unió así a la lista de ausencias de larga duración junto a Martínez, Malacia y Shaw. Rashford, que se perdió el partido ante el Fulham por un golpe recibido en el entrenamiento del viernes, se ejercitó el martes con el resto de sus compañeros y volará a Dinamarca con ellos.

Después de las derrotas frente al Manchester City y el Newcastle United, empezaron las dudas. Más aún cuando Ten Hag aseguró en rueda de prensa que los suyos iban por el buen camino. Nadie lo creyó. Ante el Fulham volvieron a sufrir para ganar por la mínima en el primero. Los mancunianos aprobaron demasiado justos el primero de los tres exámenes que les restaban hasta el próximo parón por selecciones. Esta noche tienen el segundo de ellos, antes de recibir al Luton Town el sábado en liga. Tres citas ante rivales a los que debería superar cómodamente. Tres exámenes en los que Ten Hag tiene poco que ganar y mucho que perder.