Los temores de Guardiola
El técnico del City recuerda los dos goles de Rodrygo que le privaron de la final hace un año y del tanto de Vinicius en el Eithad que mantuvo al Real Madrid en la pelea.
El Manchester City tiene entre ceja y ceja la Champions League. De puertas hacia afuera se da un valor enorme a la Premier, en parte por la enorme competencia que existe en Inglaterra y en parte por haber logrado someter al United, eterno rival ahora centrado en tareas menores. Pero la realidad manda: el City ha ganado cuatro de las últimas cinco Premier y va camino de sumar otra más, mientras que aún sigue sin levantar ni una Champions. Lo rozó en la 2020-21, cuando perdió en la final ante el Chelsea; y en la 2021-22 se veía ya en la final de París, tras el 4-3 de la ida ante el Madrid y mandando 0-1 en el minuto 90 de la vuelta. Hasta que apareció Rodrygo.
El brasileño fue suplente en ese duelo del Bernabéu del que se cumplió un año el pasado jueves. Entró en el 68′ por Kroos para afilar aún más a un Madrid que necesitaba remontar y encontró en los minutos finales el premio por partida doble, para delirio del estadio blanco: primero, apareciendo como un pillo para hacer el 1-1 a pase de Benzema; y luego, rematando de cabeza un centro medido de Carvajal. Dos mazazos separados por apenas 89 segundos que mandaron a la lona a un City que jugó deprimido la prórroga.
El brasileño llega a esta eliminatoria lanzado: hizo los dos goles del Madrid en la final de Copa, también los dos que anotaron los blancos en su último partido de Champions (en casa del Chelsea), suma cinco dianas en la presente edición de la Copa de Europa y 16 en el total de la temporada, aderezadas además con 11 asistencias. Tiene, además, buen feeling ante los equipos ingleses (5 goles en 13 partidos) y su relación con la Champions es por todos conocida: 16 goles y 9 asistencias en 1.819 minutos; participa en un tanto cada 73′.
“Siempre tengo mariposas en el estómago cuando juego, pero jugar en la Champions siempre es más especial. Para mí siempre fue un sueño jugarla y ya la gané una vez y estoy muy agradecido por ello. Es una competición en la que siempre me siento bien jugando, siempre pasan cosas buenas y no sé qué es diferente, qué me pasa cuando juego, pero parece que todo funciona. Entro con la confianza de que voy a marcar o de que voy a hacer algo que ayude al equipo. No puedo explicar lo que me ocurre. Sólo sé que le tengo mucho cariño a la Champions. Y las noches de eliminatorias en el Bernabéu son diferentes”, explicó ayer Rodrygo a los medios propios del club blanco.
Pep y Vinicius: “No somos tan naíf”
Pero no para la cosa con Rodrygo. Guardiola, como todos los grandes entrenadores, se guardará un as en la manga (o varios) de cara al duelo contra el Madrid. Pero el técnico español no tiene por qué ocultar una realidad: el jugador del Real Madrid que más le preocupa es Vinicius. No se le puede culpar: el brasileño llega tras firmar una gran final de Copa del Rey (con asistencia tras jugadón personal incluida) y acumula 22 tantos y 21 pases de gol en lo que va de campaña. “Le prestaremos atención como hemos hecho con Salah o Mané en el Liverpool, y con otros. No somos tan naíf. Pero también está Benzema, que se asocia con él, y las variantes que tienen”, explicó Pep en Movistar antes de pasar por la rueda de prensa.
Se acordará sin duda Guardiola de cómo les castigó Vinicius el curso pasado. No cuajó una gran eliminatoria el brasileño, pero fue vital en la ida marcando el 3-2 tras tremenda jugada personal: amago-regate para dejar atrás a Fernandinho en el medio del campo, cabalgada hasta el mano a mano con Ederson y definición con pausa. La reacción de Guardiola desde el mismo momento en que Vini se desembarazó de su marcador, llevándose las manos a la cabeza y arrodillándose, se hizo viral. El objetivo citizen: que no se repita.