¿Desde cuándo la Supercopa de Europa se juega a partido único y por qué la sede cambia cada año?
El trofeo que abre la temporada europea rota de estadio cada temporada desde el año 2013 y se disputa a partido único.
La Supercopa de Europa es uno de los torneos con más aura y con más solera de todo el Viejo Continente. Este miércoles 10 de agosto, a las 21:00 horas, Real Madrid y Atalanta se miden en el Estadio Nacional de Varsovia, coliseo que albergará por primera vez este encuentro. El equipo de Ancelotti buscará volver a coronarse como supercampeón de Europa en un escenario completamente inédito.
En la gran final, solo se pueden enfrentar los campeones de la UEFA Champions League y de la UEFA Europa League. Esto supone que los mejores de la temporada anterior son los únicos que gozan del privilegio de poder estar en este encuentro.
Un duelo que no siempre ha sido a partido único. En las primeras ediciones de esta competición, que fue creada en 1973, la final se disputaba a dos encuentros, ida y vuelta. Es por ello por lo que cabe preguntarse desde cuándo se juega con este formato y por qué la sede está cambiando cada año.
¿Desde cuándo la Supercopa de Europa se juega a partido único?
Desde su nacimiento, hasta el año 1997, la final de la Supercopa de Europa se disputaba a doble partido. Cada uno de los estadios (salvo excepciones) de los finalistas albergaba este trofeo, que en un principio enfrentaba al campeón de la Copa de Europa y al de la Recopa, un campeonato que en su momento llegó a tener una gran relevancia.
Fue en 1998 cuando se produjo el cambio de formato, y no fue por casualidad. Con la elección de una sede fija (el estadio Luis II de Mónaco), se impuso el partido único, dejando atrás un sistema al que estaba acostumbrado todo el público aficionado al fútbol. Durante 14 años, la Supercopa se celebró en el coliseo de la capital del país monegasco.
¿Por qué la sede de la Supercopa de Europa cambia cada año?
Hilando con lo anterior, en 2013 se decidió que el estadio Luis II no fuera el que albergara las finales de la Supercopa de Europa. ¿El motivo? No se dio a conocer, pero fue Michel Platini, anterior presidente de la UEFA, el que decidió cambiar de localizaciones cada temporada.
Una de las razones podría ser el dar a conocer a países más pequeños o donde el fútbol no es conocido como en los países de las cinco grandes ligas. Georgia, Estonia, Finlandia, Irlanda del Norte... están albergando estos encuentros, y están viendo como su relevancia está creciendo, al menos en el mundo del fútbol. Eso sí, con la entrada en su momento de Ceferin como presidente del organismo, se fueron a países con estadios de mayor capacidad, debido a las quejas por acudir a lugares con poco aforo.