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DERBI ASTURIANO

Casi cien años de máxima rivalidad en el Principado

Un libro, cuyo autor es el historiador y coleccionista José Ángel Mangas, recoge todos los enfrentamientos desde 1926 entre el Oviedo y el Sporting.

07-09-24. JOSÉ ÁNGEL MUÑIZ MANGAS, AUTOR DEL LIBRO 'LOS DERBIS ASTURIANOS'.
PACO PAREDESDiario AS

Sporting y Oviedo disputan hoy en El Molinón el derbi asturiano número 117 de una historia casi centenaria. Todo comenzó en 1926, el año de fundación del club azul, con aquel primer enfrentamiento en el campeonato regional que tuvo como escenario precisamente el estadio gijonés el 5 de diciembre, día en que se inauguró la emblemática puerta de entrada y una grada de general. El equipo rojiblanco, que sufrió la expulsión de su portero Picú, ganó aquel primer derbi 2-1 con goles de Bango y Loredo al inicio de la segunda parte, mientras que Servando marcó para el conjunto carbayón.

Esos datos, como los del resto de enfrentamientos a lo largo de esta historia, los ha recogido en un libro el historiador de fútbol José Ángel Muñiz Mangas. ‘Los derbis asturianos desde 1926′ (Editorial Delallama) es el resultado de dos años de trabajo, consultando en las hemerotecas y recopilando el abundante material que conserva como coleccionista este ovetense que añade esta publicación a otras tres editadas anteriormente: ‘Cromos para una historia del Real Oviedo’ (Delallama, 2019), ‘Las camisetas del Real Oviedo’ (Delallama, 2021) y ‘El jabalí del Bierzo’ (2023), biografía del legendario goleador oviedista Marianín.

El libro repasa los derbis agrupados en cuatro secciones: Campeonato Regional, Primera División, Segunda División, Copa, amistosos y los partidos de rivalidad en el fútbol femenino que solo tienen un año de vida. “Aquí no hay colores porque son datos objetivos, puesto que se recogen en cada uno la ficha técnica de cada encuentro, la foto del equipo ganador, los titulares de los periódicos con las crónicas de aquel día y con unas notas de lo más interesante que encontré en esas crónicas que tuve que leer a fondo”, apunta Mangas.

El estudio de todos los derbis del fútbol asturiano ha servido para encontrar numerosas anécdotas. José Ángel Mangas se queda con cinco partidos fundamentalmente en todo este repaso: “Ese primero disputado en 1926, los dos en que cada equipo le quitó la posibilidad del ascenso al eterno rival en su propio campo, el Oviedo al Sporting en 1930 (1-3) y el Sporting al Oviedo en 1977 (1-2), y dos en Primera, el de 1974 en el Tartiere que acabó con empate a cero, la expulsión de Iriarte en el último minuto y el descenso del Oviedo a Segunda, y el de enero de 1989, el reencuentro en la máxima categoría con el gol de Tomás en el Carlos Tartiere”.

Entre los momentos a recordar se encuentran las avalanchas que se vivieron en los dos estadios, afortunadamente, sin consecuencias graves. “En El Molinón fue en el partido de febrero del 66, en la tribuna del Piles y solo se registraron 17 heridos leves; mientras que el nuevo Tartiere también tuvo la suya, más reciente porque fue en 2003 cuando se rompió una valla en la celebración del gol de Oli que daba la victoria en aquel partido”. Mangas también recurda que los goles no abundan en los partidos de la máxima rivalidad en el Principado; por eso la mente le lleva al 5-4 del 66 en el estadio gijonés, el partido con más goles.

Imagen del libro 'Los derbis asturianos', junto a dos réplicas de camisetas históricas de Sporting y Oviedo.
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Imagen del libro 'Los derbis asturianos', junto a dos réplicas de camisetas históricas de Sporting y Oviedo.

El primer duelo de esta temporada ha estado marcado por la polémica con las entradas. A Mangas le recordó un enfrentamiento al principio de los años 30 cuando “el Sporting se quejaba porque la entrada costaba 3 pesetas y pedía la mediación de la Federación Asturiana para que fijase los precios”. O algo más curioso: “Fue también en los años 30 cuando para un partido se puso autobús desde Gijón al Tartiere y el precio del billete con entrada era de 5 pesetas si ibas sentado en el interior y de 4 pesetas si viajabas en la parte superior del vehículo”.

Entre todas las curiosidades descubiertas por José Ángel Mangas hay algunas referidas al seguimiento de la televisión. Ésta, que no se recoge en el libro, se produjo al final del duelo de 1977 en Buenavista que ganó 1-2 el Sporting, logrando el ascenso los rojiblancos con los goles de Quini y Ferrero. Mari Carmen Izquierdo, la pionera del periodismo deportivo entre las mujeres, cubría el partido para Estudio Estadio y vivió un momento difícil tras el encuentro.

“Había una avioneta preparada para llevar el material a Prado del Rey, a Madrid, y solo faltaban las entrevistas pospartido. Eligieron a Paco Galán y a Joaquín, porque se quedaba en Oviedo y no tenía prisa. Pero todos se encontraron con que falló el material de grabación y no pudieron entrevistarlos. A TVE no se le ocurrió otra cosa que subir a la avioneta a los dos jugadores, junto con Mari Carmen Izquierdo y la película del partido para que llegasen a tiempo al programa. Galán y Joaquín no pudieron regresar al día siguiente porque había niebla en el Aeropuerto de Asturias; estuvieron en Barajas atrapados”. La anécdota habla de la repercusión y relevancia que tenía el derbi asturiano para toda España.

Mangas solo lamenta la pérdida de cordialidad y de la rivalidad sana de antaño. “Ahora se ha radicalizado mucho todo”, dice. Más aún, “el Sporting pasaba por problemas económicos en el 49 y el Oviedo se ofreció para ayudarlo; y solo un año después, el Oviedo desciende de forma inesperada, coincide con el fallecimiento de Carlos Tartiere que, con diferentes empresas y personalidades, cubrían el déficit que pudiera haber ese año, que no fue el caso por esa circunstancia y el Real Gijón entonces se ofrece a jugar un partido que se disputó el Día de América en Asturias para ayudar. El Oviedo no tenía dinero ni para pagar las fichas de sus jugadores”.

Otra muestra de la cordialidad entre los clubes se produjo en 1971 cuando el Oviedo se enfrentaba al Villarreal en casa en el penúltimo partido de liga. No tenía defensas entre lesiones y sanciones. “La solución fue pedir al Sporting la cesión de Rafa Del Riego y le fue cedido para jugar aquel partido solo”. Había colaboración mutua para organizar amistosos, incluso partidos de entrenamiento. “En ese año 1971 juegan un partidillo de jueves en los campos de la Universidad Laboral; estaba Toba en el Oviedo y Carriega en el Sporting, amigos los dos entrenadores”, recordó Mangas. “Relaciones así son impensables ahora”.

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