Cabrera reinicia la marcha
El uruguayo ha superado el bache de inicio de curso y vuelve a ser ese central fiable de temporadas anteriores. La llegada de César Montes ha ayudado a ese cambio, a mejor, y dejó claro que “todos hemos subido el nivel individual”.
El Espanyol por fin carbura. El conjunto perico, que encadena dos victorias en Liga y cuenta con tres puntos de margen respecto del descenso, ha recuperado la alegría y uno de los jugadores que mayor escenifica el cambio de sensaciones es Leandro Cabrera. El central uruguayo vuelve a ser aquel futbolista por el que hace tres años el Espanyol abonó su cláusula de rescisión para ficharle procedente del Getafe y se confió en él para ser el jefe de la zaga. Este martes al mediodía ha ofrecido una conferencia de prensa y fue claro: “Me siento muy feliz por el grupo porque creo que lo estamos haciendo todos muy bien. Estamos teniendo reconocimiento, aunque tampoco se nos tiene que subir a la cabeza. Hemos de seguir esforzándonos. Al final los buenos resultados marcan y estoy muy tranquilo porque en líneas generales se rinde bien”.
Cabrera está recuperando su nivel y parte de culpa la puede tener César Montes. Desde la llegada del central mexicano al Espanyol en el mercado de invierno, el equipo ha dado un paso al frente en materia defensiva y a Cabrera se le ve más cómodo y fiable. Forman una dupla de garantías y en el pasado encuentro ante el Betis se constató el buen entendimiento entre ambos. “Todo el mundo hemos visto muy bien a César. Con su físico y presencia abarca mucho, en especial en los duelos individuales se hace muy fuerte y es lo que hace que los equipos evolucionen, que cada uno dentro de sus batallas sea ganador. Lo está haciendo muy bien y le hizo muy bien venir justo después del Mundial, de competir en el máximo torneo del fútbol. El técnico le ha dado la oportunidad, respondió. Eleva el nivel de los entrenamientos, la exigencia de cada uno de nosotros y es la consecuencia de la gente nueva. También Pierre Gabriel, que se le ve buen jugador, físico y potente y esa es la clave, la competencia interna”. Cabrera es feliz en el Espanyol y es que detalló que una vez finalice este curso será el club en el que haya tenido más continuidad en su carrera profesional.
El central uruguayo es uno de los líderes en el vestuario y logró desvelar una de las claves de ‘recuperación’ de este Espanyol. Al ser preguntado por la figura de Álvaro Fernández, deslizó que “estamos todos muy contentos por él y es que, en general, todos hemos elevado el nivel individual. Y en una posición como la de portero es vital. Tanto Álvaro como Joan hicieron un gran trabajo en noviembre y nos están ayudando mucho, transmiten seguridad y creo que, centrándome en Álvaro, es un ejemplo de reivindicación y superación. Todavía queda mucha Liga por delante y lo queremos tener a ese nivel”. Actualmente, el Espanyol respira y tiene tres puntos de margen respecto del descenso y para Cabrera es vital porque se gana en confianza. En el primer tramo de la temporada se cometieron muchos errores por falta de concentración y desde el Mundial, el bloque perico parece otro: “Llegamos a noviembre, al parón, con muchas cosas aprendidas, pero en el corte fino de los partidos seguíamos pecando de errores, faltas de concentración. Durante la estadía en Murcia se hizo una puesta a punto mental, de detalles, insistir en cosas muy básicas que no se hacían del todo bien. Al empezar la competición, el equipo se puso la camiseta como nunca antes y estamos haciendo partidos muy competidos de principio a fin. La clave es el trabajo, ser muy constantes, duros con nosotros mismos, pero siempre desde el cariño y la confianza, que esto se hace por y para la gente. Los buenos resultados están llegando, pero no nos ha de marear ni desviar de saber que lo que nos lleva a buen puerto es seguir siendo constantes”.
Sufrir debe estar en el ADN blanquiazul y Cabrera considera vital mantener la calma porque “salvo equipo extraordinarios, que marcan una época, tenemos más momentos de luchar y remar contracorriente que de otra cosa. Tranquilidad, sabemos que esto es ir todos por el mismo camino y es la única manera. No tenemos tiempo de hacernos los pobrecitos ni dar pena”. Este viernes se visita al Almería y un tercer triunfo seguido sería un golpe tremendo sobre la mesa. Dentro del vestuario se respira confianza, sinceridad (fue una de las cosas que remarcó Diego Martínez a principios de curso) y ambición porque “grupalmente hemos crecido y tenemos buenas individualidades. Además, el equipo estuvo mentalmente muy fuerte contra el Betis, no nos desesperamos con situaciones de juego que en otro momento, por falta de madurez grupal, nos hubiera perjudicado. Es el camino: resistir y creeer hasta el úlltimo minuto porque contra el Almería habrá que sudar sangre para ganar. Pero estamos dispuestos a hacerlo”. Este Espanyol es el bueno.