Buta muestra credenciales
El lateral portugués disputó sus primeros minutos como armero en Villarcayo. Velocidad, técnica y recorrido para la banda izquierda.
A falta del delantero Martón, el Eibar ha estrenado a todas sus nuevas piezas del curso. Siete de ocho. Los últimos, los portugueses Jair y Buta. Uno, tuvo media hora en cada compromiso del fin de semana, mientras que el otro se conformó con jugar la primera mitad de la cita frente al Burgos. Debido a la habitual aclimatación de la pretemporada, el carrilero cedido por el Udinese se reservó en la prueba de Lezama ante el Bilbao Athletic para ser uno más en Villarcayo. Fue alineado en un once repleto de los teóricos titulares y acabó siendo sustituido al descanso, por su principal competencia en la demarcación. 45 minutos de tanteo en los que el zaguero mostró varias pinceladas de su fútbol.
Al compartir costado con Javi Martínez, el de Águeda tuvo metros más que suficientes para ir hacia adelante sin ningún impedimento. Contexto donde se encuentra cómodo, ya que se considera como un jugador de aparecer, más que de estar. Tal y como se pudo corroborar en la presión azulgrana. Cada vez que el balón llegaba al lateral burgalés Arroyo, Buta era el encargado de encimar al colombiano. Pues así llegó una de las ocasiones más claras de los guipuzcoanos tras un robo del ‘24’ que posteriormente acabaría en una acción peligrosa a balón parado. Pero, además de su ímpetu en la presión, dejó alguna que otra muestra de calidad técnica para darle continuidad a las jugadas e incluso levantar la cabeza para cargar el área a través de un centro.
No obstante, también mostró debilidades sin balón. Ya fuera por estar en una ubicación muy alejada o por la falta de ritmo causada por el poco rodaje, al portugués le costó acompañar a Arbilla en tareas defensivas, con repliegues poco constantes. Además, acusó la relajación en alguna recepción de espaldas cerca del área propia que terminó en pérdida, pese a que el colegiado pudiera castigar con falta el robo. Más allá de estas cuestiones, el lateral ofreció unas píldoras del jugador que puede llegar a ser. Aquel que tanto deslumbró en sus primeros meses como profesional en el Sporting de Braga y que ha provocado su fuerte apuesta por la dirección deportiva.
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César Palacios afirmó en su presentación, que el luso ya llevaba varios años en el radar armero. Con tan solo 19 años, realizó su debut oficial con el primer equipo de los arzobispos y ese mismo verano, el Udinese pagó dos millones por su traspaso. Valor que mantiene en la actualidad, según transfermarkt, aunque hace justo un verano alcanzó los tres. Esta bajada se debe a su poca participación con su último club, el Moreirense de la Primeira Liga. Allí, coincidió con el internacional holandés en categorías inferiores, Godfried Frimpong, quien se adueñó del lateral izquierdo de los verdiblancos por cinco años consecutivos. Por ende, Buta busca recuperar el vuelo de su carrera y en Ipurua encontrará toda una pista de aterrizaje para ello.
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