Berrocal, todo al rojo
El central jerezano es el futbolista más expulsado de Segunda, al ver hasta en tres ocasiones la cartulina roja.
Hasta en tres jornadas, Juan Berrocal (Jerez, 25) ha cogido el camino de los vestuarios antes de tiempo debido al castigo del colegiado. Ese ha sido el gran debe, en la presente campaña, de un Berrocal que ha alcanzado en Eibar la madurez como futbolista, pero al que le está costando completar sus sólidas actuaciones. Titular indiscutible en el centro de la zaga haciendo pareja con Anaitz Arbilla, el jerezano ve tarjetas con cierta asiduidad. 6 cartulinas amarillas y 3 rojas le computan al jugador más expulsado de toda LaLiga Hypermotion. Igualando así, a 13 fechas de cerrar el curso, el registro del pasado año de jugadores como Javi Muñoz (cuando militaba en las filas armeras), Íñigo Sainz Maza (Racing) y Alberto Rodríguez (Lugo) con el mismo número.
Curiosamente, todas estas amonestaciones definitivas han llegado lejos de Ipurua. El Plantío, La Cerámica, y Butarque, el pasado domingo, han sido testigos de que el andaluz haya condenado a sus compañeros a jugar en inferioridad numérica. Un codazo sobre Diego García y una rigurosa acción donde roza ligeramente con la suela a Dani Raba, a la hora de partido, le obligaron a abandonar el terreno de juego por decisión del trencilla. Con 30 minutos por delante, Etxeberria optó por introducir rápidamente a un central que cubriera su vacante. Venancio se vistió de corto e hizo su reaparición tras tres meses sin poder hacerlo. El luso cuajó una actuación más que notable en su vuelta al ruedo, despejando balones en varias acciones de nivel. Siendo esta la antesala de su regreso como titular a Ipurua, a causa de la sanción de su máxima competencia, Berrocal.
Además, del ingreso al verde del central portugués, el técnico elgoibartarra varió su hoja de ruta. Ante la superioridad numérica del Leganés, el cuadro guipuzcoano pasó a formar con un 4-4-1, que se mantenía junto, ordenado y en un bloque medio-bajo. Con el paso de los minutos, el marcador seguía sin sufrir alteraciones, por lo que los pepineros volvieron a agitar el árbol, metiendo más presencia al área. Etxebe, no se quedó atrás, y dio entrada a Sergio Álvarez, que se incrustó entre los centrales. De esta manera, buscaba equilibrar marcas ante los dos ‘9′ rivales, emparejándose con Anaitz y Venancio, y manteniendo al avilesino como líbero. Una brillante lectura táctica, que le permitió mantener la portería a cero y lograr el golaveraje particular ante los madrileños, a pesar de la discutida expulsión.