Bellingham crece sin Mbappé
El inglés, tras la baja por lesión del francés y con un Vinicius más sosegado que de costumbre, se alinea con Valverde para coliderar al Madrid.
El pasado jueves, en un acto de presentación de un famoso videojuego del que es portada, Jude Bellingham (21 años) era presentado como el “hombre más importante del Real Madrid”. El futbolista, mientras escuchaba su presentación en inglés (“The main man from Madrid”), tornaba sus ojos con un claro gesto de pesadez, como si no quisiera cargar ese peso, esa etiqueta. Con compañeros como Mbappé o Vinicius a su lado, sin embargo, él se siente que tiene que seguir dando pasos al frente. Y ante el Atlético de Madrid, quizá su cuenta pendiente desde que firmó por el Real Madrid, no volvió a defraudar.
Jude ha jugado cinco derbis hasta el momento, pero aún no ha logrado marcar ningún gol, aunque sí ha tenido peso y dejado poso en los encuentros en los que se ha medido a los rojiblancos. Como ya es tradición en él, fue llegar al Cívitas Metropolitano para salir a reconocer el terreno de juego, para una vez que comenzó el mismo, mostrar por enésima vez todo su potencial. En esta ocasión, todos los focos señalaban a Vinicius por cosas ajenas al césped. Pero Bellingham demostró estar por encima del partido. Sin Mbappé, máximo goleador en este comienzo de temporada de los blancos, Jude creció a lo largo de los 90 minutos de partido. La ausencia del francés le ha devuelto a posiciones ofensivas que su equipo supo aprovechar, aunque son escaso acierto cara a la meta de Oblak. Eso y la sociedad que conforma junto con Fede Valverde en el centro del campo blanco va a dar que hablar, y largamente, en el brillante futuro que se les augura tanto a los dos como al equipo blanco. Son capitanes sin brazalete, pero con sobresaliente ascendencia entre sus compañeros.
Sin Mbappé, con Vinicius más sosegado, pero sabiéndose centro de atención de los blancos, Bellingham, que lleva desde su regreso después el parón de selecciones de septiembre mostrando un excelente pico de juego y de forma, fue el encargado de manejar el centro del campo. Con Modric ya con 39 años, y Tchouameni, sin saber aún su cometido mientras Camavinga no está (ante los rojiblancos estuvo en el banquillo, pero no llegó ni a salir a calentar), el inglés completó una de sus mejores versiones en este comienzo de campaña: apareció en 72 intervenciones, dio 55 pases de 57 intentados (96,5% de efectividad): de esos 55 pases, 17 fueron en el último tercio del campo rival, lanzó dos veces sobre la meta de Oblak (sólo Valverde le superó con uno más), y dejando una sensación de que cada partido que pasa, el inglés va creciendo y, a su vez, haciendo crecer al equipo.
Sin embargo, hay una faceta en la que no está destacando: su acierto cara a la meta rival. Por ahora no ha marcado ningún gol, pero es cierto que ya parece haber olvidado la lesión que se produjo a finales del mes de agosto y que le ha hecho perderse cuatro partidos de Liga (la mitad del campeonato hasta ahora). Una lesión en el músculo delgado plantar de su pierna derecha y que le llevó a decir; “Quizás mi cuerpo me estaba pidiendo un descanso después de un ajetreado año. Estoy muy frustrado, pero apoyaré a los muchachos como un fanático hasta que pueda reunirme con ellos en mi mejor y más fuerte forma”. Y en ello está. Ante el Lille, con la segunda ausencia de Mbappé y en el segundo encuentro de los blancos en Champions de esta temporada, se verá otro paso más hacia delante de Jude Bellingham.
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