Así se gestó el fichaje de Antony
El Betis convenció al jugador durante su estancia en Sevilla. Empezó pidiendo una cesión y acabó haciéndose con el jugador pese a que la negociación llegó a estar rota.
Antony fue presentado en el barrio de Triana como jugador del Betis hasta 2030 en la culminación de una negociación que empezó hace casi un año. Concretamente, el pasado otoño, cuando se iniciaron los contactos para lograr la cesión del brasileño en el mercado invernal. Una vez lograda, ahí empezó a funcionar la maquinaria bética para lograr lo que consideraban más importante: que el jugador quisiera seguir en el Betis.
Sabedores de lo mal que lo había pasado en Manchester, en el Betis se cuidó hasta el más mínimo detalle. Valga como mejor ejemplo que el club asumió el pago de la casa en la que vivió Antony esos meses de cesión. El jugador volvió a disfrutar del fútbol con grandes actuaciones y volvió a sentirse querido con una afición que se rindió a sus pies.
Antony regresó a Inglaterra convencido de que la única opción era volver al Betis. Pero el United no lo iba a poner sencillo y el Betis era consciente de sus limitaciones. Así, los primeros contactos fueron infructuosos, porque los verdiblancos ofrecían una cesión con opción de compra y en Manchester querían deshacerse de Antony de forma definitiva.
Los números empezaron a cuadrar y cuando parecía que todo se acordaba con un traspaso de 22 millones y 3 en variables, aparecieron otros seis ‘kilos’ que le correspondían al jugador y a sus agentes y de los que nadie quería hacerse cargo.
40 días en un hotel
Ahí parecieron romperse las negociaciones para desesperación de un Antony que llevaba 40 días viviendo en un hotel. Que se le hubiera apartado para entrenar en solitario hizo que el brasileño adelantara su mudanza sin saber dónde iba a ir. Su mujer sí lo sabía, puesto que llevaba una semana en Sevilla y ya se lo había dejado claro: “No sé dónde vas a ir tú, yo me quedo aquí”.
Finalmente, la operación se desbloqueó sumando un millón más a las variables y sin saberse muy bien quién paga los seis millones de la discordia. La BBC dice que el United no asume ningún pago al jugador y al beticismo le da igual. Llenaron el aeropuerto a su llegada y también el barrio de Triana en su presentación. Bien está lo que bien acaba.
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