Aprobados y suspensos del Sevilla: No gana nunca y no siempre es culpa de Orsato
Los de Mendilibar salvan un punto sobre la bocina y el vasco queda visto para sentencia tras un planteamiento demencial pero que desnuda a la planificación.
El Sevilla perpetró su enésimo ridículo de la temporada realizanto un partido dantesco desde el planteamiento de Mendilibar a la lectura de los cambios, por mucho que se salvara un punto sobre la bocina. El vasco queda visto para sentencia pero también desnudó las carencias de una planificiación de las que cada vez hay menos duda de que fue mala, porque de que fue tardía no hay el menor debate. El Sevilla no gana nunca y esta vez no se le puede ni echar la culpa al árbitro. En el anterior parón, el Sevilla fichó a Sergio Ramos. En éste, todo apunta a relevo en el banquillo. Para el próximo, probablemente, cambio en la presidencia. Ni Lourdes, ni Fátima ni el Palmar de Troya. Lo de Nervión sí que es un milagro.
Nyland: Al menos no se mete para adentro las que le van al cuerpo, pero las imposible, como los goles, no las para.
Juanlu: De los pocos con amor propio y vergüenza.
Badé: Tuvo poca culpa de todo y poco mérito en nada.
Gudelj: Mala suerte en el 0-1, en el que era el único sevillista defendiendo a cuatro del Rayo.
Acuña: Dantesco.
Fernando: Ni está ni se le espera, pero sentenció al entrenador en su cambio.
Söw: Superado por el mal ambiente, buen gol.
Suso: Está mal.
Óliver: Ni Mendilibar sabe qué quiere de él.
Lukebakio: Fuegos artificiales.
En Nesyri: Salvó el empate sobre la bocina.
CAMBIOS
Rakitic: Ni bien ni mal hasta su córner mágico.
Pedrosa: Tarea sencilla mejorar a su compañero de puesto, pero tampoco lo hizo por mucho.
Ocampos: Brío en ataque con poca compañía.
Navas: Mal.
Rafa Mir: Tuvo una y la falló.
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