Aprobados y suspensos del Real Madrid: Rodrygo, el brote en la crisis

Otro tropiezo del Real Madrid y comienza a ser algo crónico. Ni siquiera una gran primera media hora blanca contra el Manchester City evitó una derrota en la que mereció bastante más, por ganas y arreones. Pero el resultado es el que es y ahonda en la crisis, por mucho que se quiera mirar los brotes verdes. Que los hubo.

Este es el uno por uno de los futbolistas del Real Madrid contra el Manchester City...

COURTOIS

De problema a solución. Su error en el 1-1 al no atajar un balón fácil para su nivel fue bastante llamativo. La paradoja máxima. Porque con el Madrid ofreciendo quizá la mejor media hora del curso, el que la pifió fue el que tantas veces salvó al equipo. O’Reilly, con la caña, se lo hizo pagar caro. Tibu se rehizo con un doble paradón alucinante casi lamiendo el final de la primera parte y en la segunda , una y otrra y otra y otra hasta cuatro paradas para evitar el roto.

VALVERDE

De nuevo, exigencias del guion, al lateral derecho. Delante, la nitroglicerina de Doku. Más o menos pudo hacer de artificiero. Muy hábil en los cambios de juego ante un rival abierto, aportó argamasa en el arreó final pero sin poder enganchar una de las suyas.

ASENCIO

Mediada la primera mitad se las tuvo por primera vez con Haaland. El Cyborg noruego le hizo volar un metro de un manotazo. Luego se perdió en demasía en el trincherismo. No le ayuda el que se rebrincase cuando el Bernabéu le pitó. Alzó los brazos para quejarse por ello. Mal asunto, esas cosas dejan mella. Cuando Xabi quiso quemar naves, fue el escogido para dejar hueco a otro delantero.

RÜDIGER

Esta vez Turpin decidió que la técnica antiHaaland del alemán fue ilegal y le señaló un penalti por un agarrón persistente al gigantón noruego. Se jugó la roja por una patada en el 82′ que era la segunda cartulina.

CARRERAS

Peleó como un tigre la pelota del 1-0 y ese fue sólo el comienzo de un partido más que sobresaliente. Espoleado por saber horas antes que se perderá los dos próximos partidos de Liga por la roja contra el Celta, se dejó todo. Y más. Incansable, a la altura.

TCHOUAMENI

No fue de sus mejores aportaciones porque el City apenas mediocampeó. Más una amenaza aérea en ataque que un sostén barriendo en defensa.

CEBALLOS

Bastante transparente y aún con todo Xabi le mantuvo 66 minutos sobre el terreno de juego. Da la sensación de que juega porque no hay otro más.

RODRYGO

Después de 32 partidos sin ver portería, del pozo brotó agua. Y como si fuera un zahorí, tenía que ser el City. Porque si se habla de la Champions, su doblete a los citizens en las Catorce fue monumental. En un resbalón dio un susto tremendo pero pudo continuar. Por suerte para el Madrid, porque siguió estando muy visible. Incluso en tramos finales por el costado derecho. Pese a la derrota, partido balsámico para él.

BELLINGHAM

Dejó que Gvardiol le coma la tostada en el empate citizen y luego se dejó la piel, pero con escasa intervención cerebral, más a impulsos que por juego. Sigue desubicado y sin síntomas de encontrar su espacio en el Madrid de Xabi.

VINICIUS

Fue la fuerza inicial del Madrid. Casi consigue un penalti en el minuto 2 pero la patada de Matheus Nunes fue, como vio Turpin gracias al VAR, por centímetros fuera del área. Luego tuvo la primera clara, pero su toquecito sutil ante Donnarumma se le escapó a un lado del arco. Gozó de otra buenísima en el 77′ pero su cabezazo, sí, cabezazo, no acabó de encontrar portería.

GONZALO

El dedo anular de Mbappé le dio la gran oportunidad de la temporada. Batallador en lo requerido y no tantas veces conseguido (por sus compañeros): la presión arriba. Pero ocasiones, ninguna. Fue, como eslabón jerárquico más débil, el primer sacrificado...

GÜLER

En acción para la última media hora y con misión de activar la remontada. Pero por de pronto, decidió defender poco. Su zurda sólo fue arma, aunque peligrosa, a balón parado.

BRAHIM

Poca aportación. Lo más que se le vio fue cuando una durísima patada de Bernardo Silva casi lo manda directo a la enfermería.

ENDRICK

Cómo tuvo que verlo Xabi para recurrir a Bobby, que apenas había jugado 11 minutos en toda la campaña. Hizo lo que se pedía y más. Apretó y sacó un cabezazo inapelable que se estampó contra el travesaño en el 85′. Sigue (muchísimo) más fuera que dentro y con la sensación de que se le ha estado infrautilizando.

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