Aprobados y suspensos del Celta: La misma banda con distinta canción
En la tarde del estreno en Balaídos de Rafa Benítez y del himno de C. Tangana, los celestes desafinaron en las áreas tanto como la pasada campaña. Cervi, principal señalado.
Iván Villar: Acribillado. Sus compañeros presentaron escasa oposición ante los rematadores de Osasuna y el meta canterano evitó un resultado más abultado. Su mejor intervención la realizó en una falta que Rubén García golpeó muy cerrada. En el primer tanto exhibe reflejos despejando contra el larguero el cabezazo de Budimir, antesala de que Rubén García marcara a placer. En el segundo, su rápida reacción da la sensación de que podría haber evitado el gol de Moi Gómez, pero Mingueza desvío el balón e impidió la probable parada del portero de Aldán.
Mingueza: Tan blando en defensa como de costumbre. Poco contundente saltando junto a Budimir en el balón aéreo que origina el 0-1 e inoportuno intentando despejar en el 0-2. Por el contrario, siempre tiene buenas ideas con el balón y filtró un pase a Iago Aspas con 0-0 que dejó al moañés con todo a favor para marcar.
Aidoo: Impotente ante el poderío aéreo de Budimir. Pierde la marca del delantero croata en la jugada del primer gol rojillo. No estuvo inspirado con el esférico en los pies, salvo en un envío en largo a Aspas.
Unai Núñez: Déficit de seguridad. Condicionado desde el minuto 30 por una amarilla que vio como consecuencia de un claro agarrón a Rubén Peña. Cometió algún fallo impropio de su sobriedad.
Cervi: No es lateral por mucho que Benítez lo señale como la alternativa a Manu Sánchez. No tardó ni 5 minutos en demostrar sus carencias como zaguero, rompiendo el fuera de juego en una acción que concluyó con Budimir rematando al palo. Calculó mal al salir a por Rubén Peña en el 0-2, lo que dio alas al carrilero de Osasuna para entrar hasta la cocina. Queda muy señalado, pese a que en ataque lo intentó constantemente y puso un centro muy peligroso en el arranque del segundo tiempo.
Carles Pérez: Sin vuelo. El pegajoso marcaje de Mojica le cortó las alas. Primer sustituido por Benítez.
Beltrán: Carencias con el balón. Algo chirría en el plan de Benítez si el pivote madrileño va a ser el encargado de llevar la manija en la medular. De su rutina habitual del pase en corto sólo salió con acierto en un servicio al corazón del área que Bamba no fue quien de aprovechar. Rubén Peña lo bailó en la acción del 0-2. La única vez que buscó portería, con tiempo y espacio suficientes para armar un disparo desde la frontal, no creó ni peligro con su lanzamiento.
Hugo Sotelo: De las pocas noticias positivas para el Celta. En su debut como titular en Balaídos jugó con mucha personalidad, tanto en ataque como en defensa, a pesar de que no tuvo su día más inspirado. Ya está hecho para competir en Primera.
Bamba: El mejor de los celestes. El fichaje estrella aporta calidad y físico. Budimir sacó casi sobre la línea, con el portero Sergio Herrera ya batido, un remate del extremo en la primera ocasión del Celta en la segunda parte.
Iago Aspas: A cámara lenta. Dispuso de dos buenas oportunidades, de las que no acostumbra a perdonar, y en ambas tardó mucho en definir. Muy lejos de nivel, lo cierto es que tras irse al banquillo el Celta dejó de competir. A sus 36 años sigue sin tener recambio.
Larsen: Un delantero que engaña. Mide 1,93 y le cuesta un mundo ganar los balones aéreos. Paradójicamente, su mejor virtud es la conducción, como demostró en una sobresaliente acción individual resuelta con un disparo cruzado que no entró en la portería por muy poco.
Miguel Rodríguez (por Carles Pérez): Explosivo. Le bastaron dos minutos sobre el césped para generar la primera ocasión con un disparo desde la frontal. Dejó un par de detalles de clase, un caño y un espectacular intento de regate, y también un surrealista saque de córner raso que buscaba sorprender al meta rival.
Gabri Veiga (por Larsen): Triste despedida de Balaídos. Segundos después de que Benítez le diera entrada como delantero, Osasuna hizo el 0-2. Le echó ganas, pecando un poco de individualista. Acabó luciendo el brazalete de capitán. Si nada se tuerce a última hora, su fichaje por el Nápoles está hecho.
Manu Sánchez (por Cervi): Varapalo. Inesperado suplente de Cervi en la primera jornada y ante su exequipo.
Luca de la Torre (por Sotelo): Un cambio de ritmo con el balón en los pies y poco más pudo hacer el norteamericano porque el partido ya estaba muerto cuando Benítez lo metió a jugar en el minuto 81.
Swedberg (por Aspas): Dos ridículos remates dentro del área echaron por tierra el hype creado este verano en torno al sueco.