Aprobados y suspensos del Celta: Con Aspas (y Veiga) es imposible bajar
El eterno líder celeste marcó la diferencia con un doblete y la gran revelación de la Liga no deja de arrollar rivales. Galán sigue en nivel MotoGP. Kevin, como siempre, cumplió.
Iván Villar: Tres porterías a cero consecutivas. No se dejó sorprender por los ‘zapatazos’ de Lejeune. La confianza que transmite ya no llama la atención.
Kevin: Viendo su rendimiento resulta difícil creer que era su segunda titularidad esta temporada en la Liga. Tan fiable como siempre. Supo atar en corto a Álvaro García, uno de los extremos más rápidos del campeonato.
Aidoo: Se apuntó el pulso con RdT, aunque no lo tuvo fácil. El delantero lo desarboló en el remate al palo previo al primer gol del partido. El ghanés no tiene rival en los duelos a campo abierto.
Unai Núñez: Otro día sin sobresaltos en la oficina. Con su intensidad en las disputas lo hace fácil. Sufrió un pisotón de Falcao, que lo descalzó, en la última jugada del partido, un accidente que no reviste mayor gravedad.
Javi Galán: Espectacular. En la jugada del 1-0 fulmina a Isi por velocidad antes de asistir a Aspas poniendo el balón, por abajo, donde le gusta al moañés. Dejó otras arrancadas estilo MotoGP que el Rayo solo consiguió parar con faltas.
De La Torre: Más interior que nunca. Partió de la banda izquierda como en él es habitual desde la llegada de Carvalhal, pero apareció presionando por todas partes. Es el complemento ideal para un lateral tan ofensivo como Galán.
Beltrán: Madurez. Se volvió a cargar muy temprano, en el minuto 10, con una tarjeta y de nuevo no lo acusó en su juego. Con el marcador favorable se creció con el balón y regaló una acción repleta de calidad en el manejo del esférico.
Gabri Veiga: Fuera de categoría. Iban cinco minutos de partido y ya le había puesto un gol en bandeja a Aspas y obligado a lucirse a Dimitrievski. Es una máquina de arrollar rivales con sus conducciones. Máximo compromiso defensivo.
Carles Pérez: Martillo pilón. Lo intenta sin cesar, pero se le resiste su primer gol en Liga con el Celta. Volvió a buscarlo con toda la intención del mundo en su típica acción de regatear hacia dentro y tirar desde la frontal. Tiene tanta ansiedad por marcar que al final del partido admitió que le había solicitado al árbitro que le adjudicara el gol de Pathe Ciss en propia puerta, una acción en la que el balón rebota en el extremo catalán antes de que el senegalés lo enviara al fondo de su portería.
Iago Aspas: Mientras juegue en el Celta, es imposible que los celestes desciendan. Estaba frío cuando desperdició el tanto en bandeja que le sirvió Veiga en la primera jugada del partido. En su doblete, el primero es un gran gol y el segundo golazo. Ocho temporadas seguidas superando las diez dianas. Lleva once y mete la directa a por su quinto trofeo de máximo artillero estatal.
Seferovic: Un buen socio para Aspas. El suizo conoce de sobra la profesión de delantero centro y lo demuestra en sus desmarques. Su definición ante Dimitrievski en la antesala del 2-0 no fue la mejor de su carrera.
Cervi (por De la Torre): La decepción de verse fuera del once tras ser uno de los destacados el lunes en Pamplona no afectó al argentino. Entró tan enchufado como de costumbre. Se quedó a milímetros de marcar, aunque en vez de rematar el balón se llevó por delante el poste.
Larsen (por Seferovic): Otro que salió a por todas. Le imprimió demasiada fuerza al servicio que Cervi no llegó a empujar por un pelo. Su combatividad no le gustó a Lejeune, que pudo ver la roja por darle una patada sin balón.
Óscar Rodríguez (por Veiga): Su innegable calidad no termina de estar a la altura del buen momento del equipo. Se pasó de frenada en una entrada sobre Salvi y vio la quinta tarjeta de la temporada. Cumplirá ciclo contra el Espanyol.
Solari (por Carles Pérez): A Carvalhal le gusta utilizarlo en los últimos minutos para ayudara al lateral diestro. Le corresponde un porcentaje mínimo del 3-0 por provocar el fallo del Rayo que Aspas convierte en una obra de arte.
Paciencia (por Aspas): Sustituyó a Iago para que el moañés se llevara la ovación de Balaídos. Carvalhal insiste en las ruedas de prensa que su compatriota está cada vez mejor en los entrenamientos y quiso premiarlo con el partido sentenciado.