Aprobados y suspensos del Barcelona: Raphinha y Pedri, los relojes suizos de Flick
Goleada del Barcelona, con dos nombres propios por encima del resto. El brasileño y el canario volvieron a mostrar su mejor versión, moviendo al equipo con precisión y eficacia.
Iñaki Peña: El meta alicantino completó un partido perfecto. Es cierto que apenas le llegaron, pero en la única ocasión clara, estuvo al quite con una gran mano. También se le alió un poco la fortuna con un remate que acabó en el larguero. Seguramente Szczesny tomó buena nota desde el palco. El duelo en la portería puede ser apasionante a partir de ahora.
Koundé: Sobradísimo. Partido impoluto del francés que dominó de cabo a rabo el carril derecho. Estuvo prácticamente jugando de extremo durante sesenta minutos. Con el cambio de Cubarsí, ocupó la posición de central. Estuvo muy cerca de marcar.
Cubarsí: Falló un balón no forzado, que afortunadamente Pedri evitó que fuera a más. Es tan raro ver fallar a este chaval, que cuando lo hace uno se ha de frotar los ojos varias veces. No se arrugó en el juego aéreo y mostró su contundencia.
Íñigo: Sigue mostrando trazas de liderato a todos los niveles. Además de defender como los ángeles y mandar en defensa, fue capaz de marcar un gol y dar una asistencia. Partidazo estratosférico el suyo, aunque la exigencia fue menor por la paupérrima calidad del rival. Fue sustituido por molestias en la cadera.
Balde: Buen partido del canterano, que tenía prácticamente una autopista en la banda izquierda. Marcó un gol prácticamente de forma involuntaria, ya que un centro sin mucho peligro acabó tocándolo lo justo Camara para desviar el balón al fondo de la red.
Casadó: Con el chaval en el campo, el equipo se ordena mejor. No pierde balones, siempre se ofrece, busca al compañero desmarcado y se esfuerza como un jabato sin el balón. Estamos ante un todoterreno de una calidad excelsa.
Pedri: Superlativo a todos los niveles. El canario ha recuperado su mejor versión. Se le ve disfrutando en el campo y de qué manera. Y es que no sólo juega como los ángeles, sino que además mueve el equipo con la precisión de un reloj suizo. Estuvo cerca de marcar, pero el balón acabó rebotando en dos defensas, dejándolo a Raphinha para que marcara a placer.
Ferran: Sigue siendo demasiado irregular. Lucha y se esfuerza, pero no se le ve con confianza. Una vez más tuvo una ocasión clarísima y una vez más tiró al muñeco. En esta ocasión jugó más centrado y entre líneas.
Yamal: No marcó, pero ni puñetera falta que hace. Deslumbró a las gradas con sus regates inverosímiles y jugadas diabólicas. Está que se sale. No le gustó el cambio porque quería salir con un gol, pero ha de aprender que el entrenador está obligado a gestionar a su mejor jugador.
Lewandowski: Marcó dos goles. Sigue en una racha espectacular, con ocho tantos en diez partidos. El polaco demuestra día sí y día también que aún le queda cuerda y pólvora para rato.
Raphinha: Asistencia y gol. Sólo por eso ya se merecería todos los elogios y parabienes. Pero eso sólo fue la punta del iceberg de la tremenda exhibición que realizó el brasileño en el campo. Es un compendio del jugador total, con y sin balón. El brazalete de capitán le sentó a las mil maravillas.
CAMBIOS
Fati: Muy ovacionado cuando saltó al campo. Jugó prácticamente de interior izquierdo, muy lejos de la portería. Dio una enorme asistencia al espacio a Raphinha, que acabó la jugada con un centro tenso al área.
Fort: Estuvo muy bregador y luchador en el tiempo que estuvo en el campo.
Frenkie: Algún tímido pito y muchos aplausos en la reaparición del holandés. Se le vio un poco mediatizado a la hora de poner la pierna. Poco a poco le irá cogiendo confianza.
Pau Víctor: Todo lucha y trabajo.
Cuenca: Estreno de otro canterano. El central se las vio para frenar a su marcador.
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