Aprobados y suspensos del Barcelona: Fermín es de otra pasta
Entro en el minuto 37 sustituyendo a un lesionado Raphinha y revolucionó el partido a base de fuerza, coraje, ímpetu y sobre todo talento.
Ter Stegen: Sólo tuvo una intervención de mérito a un remate de Rakitic. El resto apenas tuvo trabajo, ya que un balón que se metía dentro fue despejado con el pecho por Gavi. Recibió una dura entrada de Mariano cuando iba a despejar un balón con los pies. Dejó la portería a cero.
Cancelo: Luces y sombras del internacional luso, que se sacó de la chistera una jugada genial, con una asistencia entre líneas espectacular a Joao Félix, que acabó rematando al larguero. Con Lamine no acabó de entenderse en el campo y cometió algunos errores no forzados. En todo caso, lucha y corre como el que más.
Koundé: Superlativo. Uno de los mejores en el campo. Todo lo hizo bien y salvó al equipo de más de una ocasión de apuro, sobre todo en los últimos minutos, donde fue un auténtico baluarte, tanto por tierra como por aire. Está en un momento espectacular.
Christensen: Partido notable del danés, que nunca se complicó la vida y supo oxigenar la salida de balón.
Balde: El día que esté un poco más atinado en sus centros estaremos ante el mejor lateral izquierdo del planeta. Veloz, potente, profundo y con enorme verticalidad, se fue mil y una vez de su marcador, pero luego no acabó de resolver la jugada en los últimos metros.
Gündogan: Partidazo del alemán, que retrasó su posición para jugar de pivote defensivo. Dinamizó el juego, supo encontrar pases entre líneas, encontró siempre el jugador desmarcado. Más que nunca se pareció al jugador que deslumbró durante tantos años en el City. En los últimos minutos, supo contemporizar el partido mejor que nadie.
Raphinha: Mala suerte para el brasileño que apenas pudo estar 35 minutos en el campo por una lesión en los isquios de la pierna derecha. Antes de su infortunio, estuvo muy activo, jugando como interior en el cuadrado.
Gavi: Soberbio. Otro que cada partido es una auténtica joya. Salvó un gol en la misma línea de gol y volvió a ser el mejor baluarte del equipo a la hora de ponerle testiculina al juego.
Lamine: Cada vez que toca el balón, uno tiene la sensación de peligro. En más de una ocasión se marchó de Pedrosa, que iba de bólido ante este chaval de 16 años. Su acción en la jugada de gol del Barcelona es providencial, ya que su cabezazo al área es desviado lo justo por Sergio Ramos para alojar el balón al fondo de la red. Se merece la titularidad en Oporto.
Lewandowski: No tuvo ninguna ocasión clara, pero aún así demostró que el equipo se crece con el polaco en el campo. Luchó por todos y cada uno de los balones que le llegaron, con más o menos fortuna.
Joao Félix: No se marchó de Montjuïc con un par de goles por puro milagro, sobre todo uno que estrelló el balón al larguero tras una gran jugada de Cancelo.
Cambios:
Fermín: Impresionante. No se puede entrar mejor en un campo. Agresivo, impetuoso, ambicioso y con muchas ganas de hacerlo bien, el canterano supuso una bocanada de aire para el equipo. Recuperó decenas de balones y dio más de una asistencia. Otro que se ha ganado la titularidad en Oporto.
Ferran: Se ubicó en la banda izquierda y de sus pies salió el centro que remató Yamal de cabeza y que acabó tocando Sergio Ramos a puerta.
Romeu: El de Ulldecona salió en los últimos minutos para poner un poco más de músculo y fortaleza aérea al equipo.