Aprobados y suspensos del Barcelona: Araújo, el ‘enemigo’ está en casa

Joan García: No se le puede reprochar nada al meta, que llegó a recoger hasta en seis ocasiones el balón al fondo de la red, aunque sólo tres fueron válidos. Un partido que hay que olvidar cuanto antes del disco duro.

Koundé: El francés sigue demostrando unas lagunas en el juego tan desconcertantes como frustrantes. Se marcó un autogol, de una forma tan absurda como incomprensible, con un malentendido con Ferran. Perdió más de un duelo, propiciando jugadas de peligro al rival. Un partido para olvidar el suyo y ya van unos cuantos esta temporada.

Araújo: Desastroso en todos los sentidos. Se autoexpulsó en una acción tan absurda como impropia de un profesional, con una entrada totalmente a destiempo a Cucurella, cuando ya tenía una amarilla por protestar. No es la primera vez que el charrúa lleva al desastre a sus compañeros en Europa. La buena noticia es que al menos no estará ante el Eintracht.

Cubarsí: Totalmente superado por las circunstancias. No supo ni pudo frenar el ímpetu del rival y se le vio desbordado en más de una ocasión ante el poderío físico del Chelsea. En el gol de Estevao salió claramente retratado.

Balde: Claramente de más a menos. El canterano fue el mejor en la primera parte, sacando el balón con autoridad y dejando en evidencia a Malo Gusto en más de una ocasión, que acabó viendo una amarilla. Sin embargo, tras la expulsión de Araújo, tuvo que medir más sus incursiones, perdiéndose en la telaraña ‘blue’.

Frenkie: A veces parecía el llanero solitario, luchando contra todos y contra todo. No estuvo especialmente acertado ni preciso, pero al menos nunca le perdió la cara al partido. Con inferioridad numérica, sufrió de lo lindo para mantener el balón.

Eric: Estuvo muy poco participativo con el balón y mucho más resolutivo en defensa, jugando en el mediocampo. Con la expulsión de Araújo, se ubicó como central.

Fermín: Totalmente perdido en el campo. A veces daba la sensación de correr como un pollo sin cabeza. Recibió dos ‘avisos’ por parte del rival en forma de golpes contundentes.

Lamine: Cucurella se lo comió con patatas. Otra oportunidad perdida por Yamal para optar por la candidatura del Balón de Oro. No le salió apenas nada y estuvo muy inocente cara a puerta. Si sueña con ser una estrella mundial le tocará espabilarse y el tiempo corre que vuela.

Lewandowski: Pasó sin pena ni gloria en Stamford Bridge. No disparó ni una vez a puerta. También es cierto que sus compañeros no le beneficiaron en nada.

Ferran: Tuvo una ocasión clarísima, solo ante el portero, en los primeros compases del partido, pero el ‘tiburón’ se convirtió en una sardinita de escabeche. No todo es presionar.

CAMBIOS

Rashford: Jugó 45 minutos, pero lo sabemos más porque le vimos cómo entraba tras el descanso, que por las veces que tocó el balón.

Raphinha: Jugó menos media hora, pero lo suficiente para demostrar que a carácter y ganas no le gana nadie. Se le necesita como agua de mayo.

Christensen: Jugó de pivote defensivo, pero apenas puso la pierna a la hora de ganar los duelos.

Gerard: Intranscendente.

Olmo: Pasó totalmente desapercibido...una vez más.

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