Aprobados y suspensos de un Espanyol superviviente
Los blanquiazules firmaron una muy buena actuación colectiva tras jugar con diez más de una hora. Darder estuvo superlativo.
Lecomte: Sin grandes paradas ni grandes errores, mantuvo su portería controlada hasta el gol. Un potente disparo, sí, pero que se coló por su palo. Son ya demasiadas semanas con la sensación de que el portero no suma puntos. No fue un error clamoroso, pero se echan de menos acciones salvadoras. Y llegaron en el descuento, salvando los muebles con una buena parada a Joao Félix.
Óscar Gil: De más a menos, acabó muy cansado. Encadenó buenas acciones por la banda y controló mejor el aspecto defensivo que Aleix Vidal por el otro costado. Partido notable del lateral.
Calero: Se quedó un metro atrás en el gol del Atlético, pero esa es la única pega que puede ponerse a su partido. Serio y concentrado fue el baluarte del centro de la defensa perica, que tuvo que resistir muchos y muy variados ataques del Atlético. Al final recibió un golpe durísimo en el pecho y tuvo que ser asistido.
Cabrera: Vio la roja a los 28 minutos en una pugna con Morata. ¿Fue una roja clarísima? Probablemente no. ¿Pudo pitarse? Perfectamente. El uruguayo bloqueó a Morata desentendiéndose del balón. Demasiado lento, un balón a su espalda con todo el campo por recorrer le acabó costando la fatídica tarjeta. Hasta su expulsión el Espanyol estuvo muy serio.
Brian Oliván: No se prodigó en ataque como en otras ocasiones pero controló bien su parcela en defensa. Y no era un día donde esta tarea fuera sencilla. Se fue al banquillo en la segunda mitad pues Diego Martínez apostó por jugar con tres centrales, posición que ocupó durante unos minutos.
Keidi Bare: Fue el sacrificado por Diego Martínez tras la expulsión de Cabrera. Dejó su sitio para que entrara Sergi Gómez, otro central, y apuntalar la defensa. Durante los minutos que estuvo en juego se mostró atento, concentrado y efectivo en la presión. Fue una apuesta del técnico para este partido y le funcionó.
Vinicius: Se vació en el centro del campo, manteniendo unido al bloque blanquiazul. Buen partido ante un rival complicado, con una dosis muy elevada de implicación en el juego y el club. Una actuación que no destaca para el gran público, pero sin la que es imposible puntuar ante un equipo como el Atlético. Buen trabajo, poco agradecido.
Aleix Vidal: Quizás el jugador más protagonista de la primera parte, le faltó siempre precisión en el centro o último pase. En la segunda parte, jugando con defensa de cinco, sufrió bastante atrás. El cansancio hizo mella en él.
Darder. Invisible en la primera parte, la expulsión de Cabrera le perjudicó mucho. Controlar, girarse y tener 60 metros por delante y solo Joselu de referencia merman mucho las opciones de cualquier centrocampista, también de Darder. Puso buenos centros a balón parado y marcó el primer gol del encuentro. Él abrió a banda y él acabó la jugada con un remate menos sencillo de lo que parece. Su segunda parte fue brillante. Dándole pausa al equipo, manteniendo el balón y apoyando en defensa. Si el Espanyol sumó en el Metropolitano fue en gran medida gracias a él.
Braithwaite: Jugó escorado a la izquierda y participó poco en ataque. Le faltó frescura, chispa, velocidad. No apoyó especialmente a Joselu e intervino poco en el juego del equipo. Le dejó su sitio a Puado en la segunda mitad.
Joselu: Tocó pocos balones, pero siempre con criterio. Suya fue la magnífica asistencia para el gol de Darder. Se peleó, en muchas ocasiones, con hasta tres defensas del Atlético. Ganó pocos duelos, pero poco más se le pudo pedir. Cuando hizo falta, apoyó en defensa.
Sergi Gómez: Entró por Keidi Bare para seguir jugando con dos centrales sobre el terreno de juego. Sufrió en la segunda mitad, como todos, pero en líneas generales estuvo a un correcto nivel. El Atlético, de hecho, generó mucho más peligro por las bandas que por el centro.
Simo: Salió por Oliván para ejercer de central, su posición natural. No desentonó para nada en un partido de Primera División ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano. Y eso ya es un gran halago para un futbolista de 17 años.
Puado: Poca participación en un partido en el que sustituyó a Braithwaite. Aportó piernas y frescura, pero no gozó de una sola ocasión de batir a Oblak.
Omar: Entró para dar refresco a la banda perica, con un Aleix Vidal agotado.
Pol Lozano: Ingresó en el campo para apuntalar el centro del campo y ayudar en tareas defensivas.