Aprobados y suspensos de Las Palmas: no hay manera de ganar en casa
Las Palmas pierde fuelle durante el partido y vuelve a dejar escapar puntos del Estadio de Gran Canaria, un escenario que no ve a su equipo ganar desde el 19 de abril.
Dinko Horkaš: Poco más pudo hacer en el gol del 0-1, sin embargo, sigue dejando muchas dudas en salida de balón, incluida una pifia inexplicable en los minutos finales, y en el juego aéreo. Ya en sala de prensa Luis García abrió la puerta a la rotación, por lo que debe mejorar o Caro le mandará al banquillo.
Marvin Park (84’): Muy activo durante la primera parte y a punto de abrir la lata, solamente frenado por el brazo de hierro de Alfonso Herrero. En la segunda parte bajó un pistón y tuvo presencia en contados ataques, siempre con centros fallidos en línea de fondo.
Sergio Barcia: Correcto en los duelos cuerpo a cuerpo y muy excelso en robar balones y defender al espacio. Su liderazgo contagia a la línea defensiva y cada vez se asienta más en la defensa amarilla.
Mika Mármol: Siempre atento en las carreras al espacio de los malaguistas y primera piedra de la construcción de Las Palmas. Pese a estar demasiado expuesto y jugar casi en la línea del mediocampo, el catalán y Barcia sostuvieron a los amarillos en los intentos de empatar.
Enrique Clemente (75’): Mantuvo la solidez en la banda izquierda, aunque su aportación en ataque se limitó a alguna tímida galopada por el carril. Metió el miedo en el cuerpo al respetable con un mal despeje cuando cerraba como único futbolista en un córner.
Lorenzo Amatucci: Única brújula amarilla sobre el césped hasta la salida de Viera. Es el primero en robar y el primero en intentar construir la jugada, pero sin la ayuda de Loiodice o un Fuster que baje a recibir se queda solo en su tarea.
Enzo Loiodice (75’): Muy errático en salida de balón, tanto que le costó el 0-1 a la UD Las Palmas tras una pérdida que jamás puede ocurrir: un pase horizontal. El francés sigue siendo una sombra del futbolista que fue. Las Palmas le necesita.
Manu Fuster: Completamente fuera de partido. Ralentizó todas las jugadas que pasaron por sus pies en su pelea constante por conducir el balón, casi siempre a trompicones. Tampoco estuvo fino con balón ni en sus intentos de regatear. En Gran Canaria se sigue esperando al jugador que deslumbró en Albacete.
Jeremía Recoba (58’): Sigue lejos de su mejor versión. Viéndole en el césped sabes que tiene esencia para el fútbol, pero no termina de explotarla y de sostener sus detalles durante el juego.
Ale García: El larguero le birló un auténtico golazo de volea acrobática. Su momento de confianza le permite no parar de encarar y jugarse ataques por sí solo. Junto a Luković fueron los únicos capaces de imprimirle vértigo al ataque canario.
Milos Luković (84’): No negocia un esfuerzo ni una carrera al espacio. Tuvo alguna ocasión de perforar la portería de Alfonso Herrero, no paró de fajarse con los centrales, pero no tuvo la chispa para enchufar un buen balón.
También jugaron:
Jonathan Viera (58’): Ampliamente aclamado en su regreso amarillo al césped del Gran Canaria. Se le vio falto de ritmo en acciones en los metros finales, aunque no paró de pedir el balón para agitar el avispero.
Edward Cedeño (75’): Las Palmas necesitaba un centrocampista que acercara el balón a Jonathan Viera, y el panameño no es quien debe cumplir esas funciones.
Cristian Gutiérrez (75’): Luis García buscó un lateral más incisivo y sustituyó a Enrique Clemente, pero el andaluz apenas se incorporó al ataque y no tuvo trascendencia en los metros finales.
Pejiño (84’): Apenas tuvo incidencia en el juego.
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Marc Cardona (84’): Casi ni entró en contacto con el balón.
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