Aprobados y suspensos de la Real: Zubimendi puso la lógica al marcador
El centrocampista donostiarra, una vez más el mejor de la Real, desató la locura en las gradas del Reale Arena con su gol en el 96, que hacía justicia con lo visto sobre el césped.
-Alex Remiro: Poco se puede decir de su acción, porque es tan evidente que mide mal y se equivoca que cualquier valoración está de más. Es el primero que reconoce su error, que condiciona todo el partido. Pero si está temporada alguien se había ganado el crédito para fallar, era precisamente él. Se perderá, encima, el derbi vasco de San Mamés, siempre especial para él.
-Hamari Traoré: Un titán de principio a fin. Energía pura para defender y atacar. Y cada vez más adaptado tácticamente, como demostró cuando se metió por dentro en la salida de balón de la Real. Vio la quinta amarilla, así que se marcha a la Copa de Africa ya sin estar apercibido y volverá limpio para jugar con la Real.
-Igor Zubeldia: Sufrió en exceso con Samu, pero tuvo acciones de mucho mérito que podían haber decidido el partido. Puso su cuerpo en un tiro de Guridi, casi marca un gol que le sacaron bajo la línea y provocó un penalti que luego el VAR quitó.
-Robin Le Normand: Un poco teatrero con algunas entradas que recibió, pero es cierto que el pisotón de Samu fue muy doloroso. Estuvo menos contundente de lo que acostumbra.
-Kieran Tierney: No se puede decir que hiciera un mal partido, pero tampoco destacó. Excesivamente académico. Debe ir a más.
-Martin Zubimendi: El mejor todo el partido. Bonito duelo con el que había sido su sustituto en la Real, Ander Guevara. Con balón muy preciso y sin balón muy contundente para robar. Y encima tuvo llegada como en el gol pleno de fe del 96’. Cuarto tanto que marca esta temporada.
-Mikel Merino: Tuvo la remontada en su cabeza con un remate que se fue fuera por muy poco. Le tocó hacer el trabajo más ingrato, el oscuro, siendo clave en la recta final con sus robos. Quizá podía haber medido más en el penalti que cometió y que supuso el 0-1.
-Brais Méndez: Le tocó actuar como hombre más adelantado cuando la Real se quedó con diez, y volvió a demostrar su inteligencia. Pero fue demasiado intermitente.
-André Silva: Hasta que fue sustituido, por la expulsión de Remiro, estaba haciendo un buen trabajo jugando de espaldas y asociándose con sus compañeros. Se marchó muy enfadado.
-Takefusa Kubo: Un incordio constante para la defensa del Alavés, especialmente en la recta final, cuando no paró de insistir hasta estar cerca de un golazo con un chut que dejó temblando el larguero. De nuevo, parado con faltas demasiado agresivas. Se va lesionado a la Copa Asia.
-Mikel Oyarzabal: El capitán nunca defrauda. Rondó el gol en varias ocasiones y trabajó con energía en cada acción. Valor seguro.
-Unai Marrero: No olvidará nunca su debut en Primera. Se mostró seguro a pesar de su juventud e inexperiencia. Nada pudo hacer ante el penalti de Rioja. Demostró que tiene tablas para defender la portería realista en San Mamés, y que no será ningún marrón para él. Aunque apenas tuvo trabajo.
-Umar Sadiq: Revolucionó a la Real con su salida al campo. Tuvo en su cabeza el 1-1, pero su remate salió demasiado centrado.
-Ander Barrenetxea: Enorme desde que salió del banquillo. Regateó a todo el que se le puso por delante e hizo la jugada que acabó en el empate final.
-Aihen Muñoz: Salió con energía en la recta final.
-Arsen Zakharyan: Casi marca el gol de la victoria y puso varios centros con mucho peligro.
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