SELECCIÓN
Apagón de Ferran
El valenciano lleva dos meses sin marcar y ha prolongado su mala racha del Barça a la Selección, donde hacía un gol cada dos partidos hasta ahora. 13 partidos sin marcar.
Aunque nadie le puede negar que da mucho a sus equipos, y que técnicos como Guardiola, Xavi o Luis Enrique se llenan la boca alabando las virtudes de Ferran, uno de los puntos fuertes que hace distinto al valenciano es el gol. Y en los últimos 13 partidos que ha jugado se le ha caído por el camino. Desde que marcó en Frankfurt el 7 de abril en la ida de los cuartos de final de la Europa League, el ex jugador del City se ha secado. Ferran lleva trece partidos sin marca. En Ginebra, además, no se acercó, algo que sí había conseguido en Praga con un cabezazo al palo y un escorzo que le sacó Vaclik y que prolongó la mala racha que venía arrastrando en el Barça.
Es Ferran Torres un jugador estéticamente agradable de ver por su planta su tremenda carrera, que le permite, como se dice en el ‘neovocabulario’ del fútbol, estirar al equipo. Ve bien los espacios y los ataca. Es disciplinado y le mete una carga de intensidad alta en su juego. Es, sin duda, el prototipo de jugador que se exige hoy en día. Le falta, sin embargo, inspiración,
Dice Ferran que su posición preferida es la de extremo derecho. Desde ahí, pocos tienen su gol, y ha dejado de marcarlo en esos 13 partidos. Luis Enrique también valora otras cifras. Pero en esos 13 partidos, sólo ha dado una asistencia, en el Reale Arena en un 0-1 apuradísimo del Barça. Demasiado poco para un jugador con un precio de 55 millones de euros más 12 en variables que, además, en la Selección estaba firmando unas cifras excepcionales. Antes de este carrusel de partidos de la Nations League, Ferran había marcado 13 goles en 24 partidos...
Más allá de esa racha, Ferran tiene margen de mejora. En el césped, debe mejorar su capacidad para desbordar rivales. En el juego de uno contra uno, le falta regate. Un catálogo de dos o tres dribblings con la salida explosiva que tiene y su voracidad con espacios sería clave. Fuera, también debe controlar a presión. Durante algunos instantes de la temporada ha expresado cierta frustración y se le ha visto algo ansioso. Es un jugador con demasiado fútbol como para autopresionarse. En Málaga puede cambiar su racha.