Ansu y la maldición del ‘10′ de Messi
A la lesión que sufrió el miércoles y que le tendrá un mes de baja se suman unos números demoledores: 7 partidos jugados, sólo uno de titular, cero goles y cero asistencias.
Ansu Fati (22) celebró el pasado 31 de octubre su cumpleaños. Fue una celebración tan atípica como agridulce que se vio agravada el miércoles por su lesión, que le tendrá cuatro semanas de baja. Y es que el joven delantero ya era consciente antes de romperse de que no le acaban de salir las cosas, viviendo su actual situación con preocupación. Desde que llegara al Barcelona este verano, tras su paso irrelevante por el Brighton inglés (4 goles), su participación en el juego blaugrana ha sido tan testimonial como estéril. Apenas ha jugado 159 minutos, pese a haber sido titular incluso un partido (Sevilla), contabilizando seis suplencias y cinco banquillos. Pero lo peor no es su poca participación, sino que cuando ha salido apenas ha tenido incidencia en el juego del equipo, como demuestra que ni ha marcado ni ha hecho ninguna asistencia.
Un resumen ciertamente demoledor para un chaval que llegó a coger el 10 de Leo Messi hace tres años. Fue una decisión muy arriesgada, pero que contaba con la bendición del propio jugador argentino. Eran tiempos donde Fati empezaba a remover los cimientos futbolísticos, con apariciones estelares y goles estratosféricos, rompiendo todos los récords de precocidad.
Sin embargo, las lesiones tumbaron su progresión desde hace tiempo. Las lesiones y las malas decisiones. Y es que en el club más de uno todavía piensa que su decisión hace dos años de no pasar por el quirófano para superar una rotura del tendón isquiotibial le está pasando factura en su carrera. Es evidente que Ansu ni tiene la chispa ni la punta de velocidad que antaño. Y ese problema físico le está afectando en su confianza, hasta el punto que ahora mismo es un jugador con un rol muy secundario dentro de la plantilla.
El niño prodigio del fútbol español ha desaparecido incluso del panorama internacional: actualmente no figura en ningún listado de referencia, ni tan siquiera está dentro de las preferencias del seleccionador De la Fuente. Su valoración en la web especializada Transfermarkt no deja lugar a dudas sobre su depreciación en el mercado: 15 millones de euros. Y lo peor es que con Flick no parece que vaya a mejorar su situación ni cuando regrese de su nueva lesión, y aún menos cuando Gavi y Olmo se recuperen al cien por cien, teniendo en cuenta que a día de hoy Raphinha es prácticamente intocable.
Con este escenario tan desolador, su futuro ahora mismo es toda una incógnita. Y máxime porque el club necesita liberar masa salarial este enero para poder inscribir definitivamente a Dani Olmo y Pau Víctor, una vez haya regresado Andreas Christensen de su lesión. Con una ficha elevadísima y totalmente fuera de mercado (tiene un contrato que le vincula con el club blaugrana hasta el 30 de junio del 2027 a razón de 12 millones por temporada), Fati se vislumbra como carne de cañón en este sentido. Su marcha, aunque fuera en forma de cesión, aliviaría en parte el ‘fair play’. El Sevilla ya lo intentó este verano, pero sus problemas económicos lastraron una oferta del todo insuficiente, ya que apenas podía cubrir el 25% de la ficha del jugador.
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