Álvaro Rubio: “Aún estoy asimilando el cargo”
El nuevo entrenador del Promesas confirmó que no le han marcado objetivos clasificatorios y que no tiene un patrón de juego predilecto, sino que se adaptará.
Álvaro Rubio es el nuevo entrenador del Promesas del Real Valladolid y ya se ha estrenado en el cargo con un primer partido que se saldó con victoria ante el filial del Depor (Fabril) 2-3. Tras sus primeros días al frente del equipo llegaba el momento de presentarse en sociedad y pasar por sala de prensa.
El momento de tomar la decisión.
“Fue todo muy rápido. Me llamó Domingo y me lo propuso; yo pedí una tarde para pensarlo y esa misma noche le dije que aceptaba el reto y estoy muy contento hasta ahora de como ha ido todo”.
Evolución natural.
“Estamos en este mundillo y siempre me llamó la atención los banquillos. Tuve la gran suerte de que el club desde hace seis años me ha permitido formarme como técnico en el primer equipo. No tenía pensado dar ahora el salto aunque notaba que tenía que venir de forma natural; el club me lo ha pedido y estoy encantado de acceder a este cargo”.
El estilo del equipo.
“Ahora mismo tengo un potpurrí en la cabeza. He ido aprendiendo de todos los que hemos tenido como jugador y con los que he estado en el primer equipo, lo vives desde dentro. Intento coger lo mejor de cada uno y lo que creo que me puede servir. Estoy en el proceso de formarme como entrenador y ver que cosas quiero, pero tengo claro que tengo que adaptarme a los jugadores que tengo, conocerlos y ver cual es la mejor manera de que rindan al máximo. Es un filial y el objetivo principal es formar jugadores y que estén preparados por si el primer equipo echa mano de ellos”.
Jugar como el primer equipo.
“El club no me ha marcado esa línea, no me ha dicho que tenga que jugar como el primer equipo. Creo que iré cambiando, es parte del proceso de la formación de los chavales; no creo que tengamos que jugar siempre de la misma manera, me gusta la variedad. Nadie me ha dicho que tenga que jugar como el primer equipo”.
Jugadores que suben y bajan.
“Lo que quiero es que esos jugadores estén cómodos y se sientan parte del equipo, que es ‘su’ equipo. Para ellos es un premio el estar entrenando con el primer equipo, algunos han disputado minutos, otros menos, pero cuando están con nosotros son uno más, es su equipo y se tienen que sentir partícipes y estar implicados. Esa es mi idea, darles ese cariño, pero no sólo a ellos, sino a todos los demás. Que todos se sientan partícipes y que si están en el Promesas, se ganan subir al primer equipo”.
Comunicación con Pezzolano.
“Yo no me lo esperaba y él tampoco. La relación entre nosotros es muy buena, estamos alineados con el club y ya le he dicho que lo que necesite y que ojalá me quite 10 jugadores cada semana, es el mejor regalo que me pueden hacer, eso quiere decir que están preparados y que pueden debutar con el primer equipo. Yo nunca le voy a decir que me deje jugadores y mientras estén con él, yo estoy a su disposición. Los que dependemos del primer equipo somos nosotros y en ese sentido no habrá problemas. Hasta ahora hice esa función de nexo entre los dos equipo, así que ahora ese intermediario no hará falta y todo será más fluido. Ya no cumplo funciones en el primer equipo ¡bastante tengo con el Promesas!”.
Aterrizaje.
“Cuando llegamos estaban decaídos y lo que hemos intentado es levantar el ánimo a base de cariño que es lo que merecen y lo que me están demostrando. Poco a poco... estoy encantado con ellos y han respondido muy bien a estas circunstancias”.
Que jueguen los que no lo hagan con el Primer equipo.
“Nadie me ha obligado a que sea así, si están en el primer equipo es por su alto nivel y están para competir igual que los demás y luego la decisión es mía. Todos estamos alineados con el club”.
Patrón de juego.
“Sinceramente, no lo tengo. estoy conociendo mejor a los jugadores y creo que ahora mismo encaja bien lo que hicimos el otro día, pero igual este fin de semana podemos cambiar por el tipo de rival. No tengo un patrón ideal o una estructura de juego”.
Formación de jugadores.
“Tengo claro que mi objetivo es que cuando acabe el año mis jugadores hayan aprendido algo y que sean mejores jugadores; a partir de ahí a todos nos gusta ganar y competir al máximo y los resultados llegarán porque son buenos jugadores”.
Dificultad.
“Siempre he dicho que lo más complicado es la gestión del vestuario. Todo lo demás lo dominamos por el tiempo que llevamos como jugadores o técnicos, pero la gestión de vestuario es lo más difícil y lo más bonito al mismo tiempo”.
El peligro del descenso.
“No me han marcado objetivos, pero es evidente que el descenso sería fatal; todo esto es de sentido común y no hace falta decir que cuanto más arriba quedemos será mejor para todos y si se puede ascender pues mejor”.
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