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OSASUNA

Aluvión de insultos a Unai Simón en El Sadar

Aficionados de uno de los fondos lanzaron al meta internacional: “Que te mueras, puto maricón” y “Puta España”, tal y como recogen las cámaras de Movistar+. Osasuna rechaza “cualquier muestra de intolerancia”.

La grada, insultando a Simón.
MOVISTAR+

En el plazo de un mes, Unai Simón se ha visto acorralado por una catarata de insultos desde la grada. El 20 de julio arreciaron en la tribuna del Necaxa mexicano, en Aguascalientes. El colegiado tuvo que parar el amistoso y los medios aztecas cargaron de nuevo contra esa práctica, una lacra que intenta erradicar la Federación Mexicana y que le están costando sanciones a nivel internacional. Muchas aficiones la emprenden contra jugadores del equipo rival cuando el suyo está perdiendo un partido. En el contexto del amistoso no pasó de mera anécdota, aunque afeó la minigira del Athletic por México.

Y el pasado sábado se produjo algo más grave. Los aficionados más radicales de Osasuna, ubicados en uno de los fondos de El Sadar, la emprendieron contra Simón, que se mantuvo impertérrito. Cuando regresaba a la línea de fondo, se quedaba mirando fríamente a ese sector, y es lo que más les molesta a los radicales, no provocar ninguna reacción en el denostado. Unai bebía agua sin inmutarse y seguía a lo suyo. ‘El Día Después’ recoge los insultos y peinetas al portero del Athletic, que respondió en el campo con una actuación superlativa; de hecho, fue clave para que su equipo aguantase la victoria en el estadio rojilllo con diez: 0-2. Hubo algún aficionado que traspasó la línea de lo despreciable: “¡Que te mueras!”, le dedicó al meta internacional.

Las cámaras se centran en un individuo en concreto. Este con el dedo del corazón levantado se dirige a Simón a gritos y le lanza insultos homófobos: “Que te mueras, hijo de puta. Que te mueras, maricón. Puto maricón”. Los que están a su lado se hacen eco de su paso por La Roja: “Puta España y puta Selección”. El estadio navarro siempre ha sido muy hostil con el Athletic. Otros años la diana de los insultos ha sido Muniain. que esta vez no saltó al campo. La chispa en el verde se encendió con un entradón del Chimy a Berenguer, que disparó la reacción airada de Simón, aunque después de arrepintió de su reacción: “No estoy muy orgulloso de hacer esas cosas, siempre he estado en contra de ellas, no valen para nada, solo te llevas una amarilla”. El Chimy ha sido ovacionado hoy en el entrenamiento de Tajonar. El presidente Sabalza ha aludido hoy a esa acción: “Es un lance del juego. Sabemos cómo es, se tira al suelo y va con todo lo que puede. No creo que fuese a lesionar, que tuviera mala intención. No hay que darle más vueltas. Tiene que seguir jugando y metiendo goles para el equipo”.

Osasuna no se ha pronunciado oficialmente sobre ese lamentable episodio con Simón. El club está centrado en la previa de la Conference que encara desde el jueves ante el Brujas. Considera que es un hecho aislado que se salta la normalidad dentro del buen rollo entre las aficiones. De hecho, sostiene que hubo seguidores de los dos equipos entremezclados en el estadio, dentro de una rivalidad sana, pero con excepciones como pasa en la mayoría de estadios. Sí deja claro que la entidad “rechaza cualquier insulto homófobo, racista, machista o cualquier otra muestra de intolerancia tanto en El Sadar como en cualquier otro estadio”.

En El Sadar llueve sobre mojado. El año pasado se denunciaron los gritos racistas a Vinicius. Estas imágenes las enviará LaLiga a la Comisión Antiviolencia y, a partir de ahí, se iniciará el proceso sancionador habitual. A un aficionado del Mallorca le castigaron con 12 meses sin poder asistir a un partido de fútbol en un estadio y cuatro mil euros de multa. Por eso, no se descarta que al hincha osasunista más radical, perfectamente identificado, se le aplique la prohibición de entrar en los terrenos de juego durante un tiempo. Eso no es todo. Cuando De Marcos se fue al suelo a la media hora, lesionado en el tobillo izquierdo, el clima empezó a ser irrespirable, con una sonora pitada, que se reprodujo al retirarse. Muy diferente al aplauso comprensivo una semana atrás cuando Militao desfiló roto en San Mamés. La rivalidad con el Madrid es gigantesca, pero hay códigos de respeto que no se quiebran.