Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

AJEDREZ

Alexandrova: “En Ucrania muere gente cada día; hay que parar ya”

La Gran Maestra ucraniana, nacionalizada española, convive desde hace ya casi dos décadas con el hombre que le impidió proclamarse campeón de España en el 2011, Miguel Illescas.

Olga Alexandrova, en una competición de poker.

El nombre de Olga Alexandrova puede que a mucha gente no le diga nada, pero en el mundo del ajedrez femenino es una auténtica leyenda. Y es que esta Gran Maestra ucraniana, nacionalizada española, estuvo a un solo paso de proclamarse campeón de España absoluto en el torneo masculino del 2011. La anécdota curiosa es que el culpable de cercenarle la gloria fue su marido, el también Gran Maestro Miguel Illescas, ocho veces campeón de España, que al lograr tablas con Olga, se quedaron ambos con la miel en los labios, acabando segundo él y tercera ella. “El amor venció a la gloria”, recuerda, no sin cierta ironía y nostalgia, la dos veces campeona ucraniana. Hace ya nueve años que dejó el mundo profesional de los alfiles y las torres, “un problema de salud y mis hijas me hicieron dar un paso al lado”, pero su talento natural no ha caído en un saco roto, y ahora le ha empezado a hacer ‘tilín’ el mundo del poker, acompañado de su marido, un experto consumado, y de la mano de Winamax. Eso sí, sus primeros pinitos en el mundo de las cartas no le impiden mirar con mucha preocupación lo que está pasando en su tierra natal, “es una auténtica locura”. Olga tiene desde hace tiempo a sus padres viviendo en su casa en Barcelona, pero “tengo muchos tíos y primos viviendo en Jarkov y en el Dombass”.

Usted empezó a una edad muy temprana en el mundo del ajedrez. Explíqueme cómo fueron sus primeros pasos

Todo empezó con mi abuelo, que era ya un jugador bastante fuerte, pero a nivel amateur. Teníamos dos tableros. En la Unión Soviética teníamos pocos juguetes. Estamos hablando de los años ochenta. La única diversión que teníamos era jugar al ajedrez. A los cinco años empecé a jugar y llegaron los primeros éxitos. Empecé a ganar torneos infantiles y la cosa se fue animando.

¿Era una niña prodigio?

Sí. Participaba en el torneo de los chicos. Estaba acostumbrada a jugar contra ellos. Era algo muy normal. Creo que es una de las razones por las que me siento también tan cómoda jugando al póker. ¿Pero quieres que te cuente toda mi biografía?

Bueno, un resumen...

Empecé siendo campeona de ajedrez de mi ciudad (Jarkov). Una ciudad bastante grande de un millón y medio de habitantes. Los equipos nacionales de la Unión Soviética eran cuatro chicos y dos chicas, y yo siempre era seleccionada. Empecé a ganar también campeonatos de Ucrania, cuando se independizó. Pero llegué a la pubertad con la idea de dejar el ajedrez.

¿Y eso?

Llega un momento en el ajedrez que estás a un nivel que para seguir avanzando se necesitan muchas horas de trabajo, y yo era una niña que quería ser normal, estar con mis amigas y esas cosas, y empezó a darme pereza. Con 17 años decidí entrar en la universidad y dejar el ajedrez.

¿Qué carrera escogió?

Filología clásica. Pero no pude entrar. Porque saqué 19 de 20 puntos, cuando el corte para entrar estaba cerca de 20 de 20.

¿Y entonces?

Pues me planteé un año sabático, pero no del todo. Entré en Educación Física y volví a recuperar los estudios de ajedrez. Me hice en un año Maestra Internacional y seguí los estudios de profesora de Educación Física. Pronto logré ser Gran Maestra y Campeona de Ucrania. Entré en el equipo olímpico ucraniano y es cuando viajé a Mallorca para las Olimpiadas y conocí a Miguel (Illescas).

Y decidió nacionalizarse española

Sí, me casé con Miguel, me nacionalicé en el 2010, y fui campeona de España dos años consecutivos (2013 y 2014) y tercera en el campeonato absoluto de España (2011), donde también participaban hombres.

¿Su marido también?

Sí, quedó segundo y yo tercera.

¿Se enfrentaron?

(Ja, ja, ja) Sí, en la última ronda. Miguel era el número uno del torneo y yo llegaba bastante desentrenada. Estábamos ya casados y teníamos una niña de tres años. Era el primer torneo serio que participaba aquí. Si ganaba él, se llevaría el noveno título de España y yo, si ganaba, era campeón de España. Pero hicimos tablas y nos adelantó un chico que ganó su partida, quedando él primero, Miguel segundo y yo tercera. Se puede decir que el amor venció a la gloria.

¿Alguna vez se enfrentó a Judit Polgar?

No. Y eso que éramos coetáneas prácticamente, ella era dos años mayor, pero Polgar participaba en campeonatos de hombres exclusivamente. Ha sido el ídolo de todas las chicas que jugábamos al ajedrez. Polgar estaba a otro nivel que nosotras, Llegó a ser ‘top’ 10 mundial, ganó incluso a Kasparov. Pero conocer, sí la conozco. El año pasado fuimos a Hungría con Miguel porque nos invitó al Festival de Ajedrez en Budapest.

¿Cuál ha sido la victoria que se ha sentido más orgullosa?

Hay varias. Cuando te haces campeona de tu país no lo olvidas nunca, es lo más valioso. Campeona de Ucrania y de España. Por poco no soy Gran Maestro Absoluto, soy Gran Maestra Femenina y Gran Maestra Internacional. Para llegar hasta aquí tuve que derrotar también a Grandes Maestros Masculinos.

¿Por qué decide retirarse en el 2015?

Porque ya tenía bastante edad y también por unos problemas de salud por culpa de unas arritmias. Durante un campeonato en Noruega presencié como un señor sufrió un infarto y acabó muriendo. Pero además hubo un momento de confusión, que la gente creía que se estaba produciendo un ataque terrorista, todo el mundo se levantó y me quedé paralizada. A partir de entonces tenía arritmias y ataques de ansiedad. Los médicos me recomendaron dejar el ajedrez para suprimir el estrés.

Y entonces para no dejar escapar del todo el estrés, decide irse al poker...

Aquí el culpable es Miguel. Empezó a explicarme cosas y poco a poco fui entrando hasta que se convirtió en un ‘hobby’ común. Pero me lo tomo con mucha tranquilidad. No estoy estudiando nada, no juego ‘on line’ y este es mi tercer torneo con Winamax.

¿Ha coincidido ya en alguna mesa con su marido?

Sí, en un torneo que jugamos en el Casino de Barcelona. Me pusieron a Miguel en la misma mesa, me quejé y pedí si me lo podían cambiar. (¡Ja,ja,ja,ja!) Evidentemente, no fue posible.

¿Cómo está viviendo la guerra de Ucrania desde la distancia?

Está siendo muy duro. Por suerte mis padres están viviendo conmigo desde hace tiempo en Barcelona. En el 2015 cuando empezó lo de Dombass y la ocupación de Crimea, Miguel me dijo que la situación allí iba a empeorar y decidimos traer a mis padres a España. No tengo hermanos ni hermanas, pero sí un montón de tíos, tías, primos y primas. Por suerte todos están vivos, pero justo ahora están bombardeando mucho Jarkov.

¿Tiene contacto con ellos?

Sí. Algunos son ya muy mayores. Por parte de mi madre, tengo un tío de 86 años que vive en Dombass.

¿Cómo vive toda esta situación?

Es muy doloroso. Nadie creía que esto iba a ocurrir. Mi padre nació en Rusia y mi madre en Dombass. Jarkov es una ciudad bastante ruso hablante, está a dos horas con la frontera de Rusia. Pensábamos que Rusia y Ucrania éramos iguales. Muchas veces, antes de la guerra, cuando me preguntaban de dónde era decía rusa para facilitarle las cosas a la gente y no tuviera que mirar dónde está Ucrania. Ahora ya no lo hago. Pero piensa que mi lengua materna es ruso.

¿Se puede soñar con una solución al conflicto?

Es muy difícil. Todo está muy estancado y cada día muere mucha gente. Hay que llegar a un acuerdo ¡Hay que parar ya!

¿Cuándo fue la última vez que viajó a Ucrania?

En el 2010. Miguel viajó a conocer a mis padres en el 2007 porque llevábamos un año casados y no conocía aún a mis padres.

Perdón...

Ja,ja. Sí, cosas que pasan. Me casé prácticamente sola, con la familia de Miguel acompañándome. Mis padres no pudieron conseguir el visado y tuvimos que esperar un año para que se conocieran. Y ahora, cómo son las cosas, viven con nosotros.

¿Volverá algún día a Ucrania o lo ve muy lejano?

Lo veo muy lejano. Desgraciadamente no parece que la guerra acabe pronto. Echo de menos que mi hija mayor nunca ha estado en Ucrania. Nunca ha visto el país de su madre, pero sabe hablar ruso perfectamente.

¿A las niñas les gusta el ajedrez o tienen ese punto de rebeldía de ir en contra de los padres?

Cero. Nada. Se llevan casi diez años. La mayor ha salido más artística. Le gustaría ser cantante. Le gusta más el póker. La pequeña tiene cinco años y medio, pero tampoco está mucho por la labor.

¿Por qué cree que hay tan pocas mujeres en el ajedrez y el poker?

Hay varias razones. El póker tiene mala fama. Además algunas mujeres se sienten incómodas en las mesas de póker porque les llegan insultar o decir alguna cosa malsonante.

¿A usted le ha pasado?

No. Yo me siento muy cómoda porque como te he dicho cuando estaba en el mundo del ajedrez estaba acostumbrada a jugar con hombres. No me siento nada intimidada. Estoy entrenada desde muy pequeña. Cuando las mujeres vean algo más natural jugar con hombres se verán más chicas en el póker y en el ajedrez.

¿Cuál es su próximo reto en el poker?

Pasarlo bien y disfrutar. También nos sirve para viajar juntos y desconectar. No pienso dedicarme al poker ni estudiar. Me lo tomo con un ‘hobby’ bastante interesante.

Normas