Aitor Ocio: “En nuestros derbis saltaban chispas”

Aitor Ocio (Vitoria, 1976) defendió las camisetas de Athletic en 118 partidos y en 95 la del Sevilla, los dos grandes equipos de su vida. El central, que también pasó por Alavés, Aurrera de Vitoria, Eibar, Albacete y Osasuna, recuerda en AS sus partidos antes del gran derbi (domingo, 18:30), el buen momento de los leones, los delanteros que más problemas le ha dado, el VAR, las cámaras en los vestuarios...

¿Cómo vivió el gran derbi como jugador?

Era muy consciente de que eran partidos especiales; y de lo que significaba más allá de los tres puntos por cómo se viven estos partidos en la ciudad. Tuve la suerte de ganar la mayoría y empatar los otros. En los cuatro años que estuve no perdí ninguno. Fui muy afortunado.

¿Notó el cambio de Bilbao a Sevilla?

Sí, venía de dos años en el Athletic con Heynckes donde su manera de entrenar y programar las concentraciones era muy distinta a la que luego me encontré en Sevilla con Caparrós. Tuve un periodo de adaptación que ciertamente me costó.

¿Hay mucha diferencia entre el derbi vasco y el de Sevilla?

Es algo diferente porque es un derbi que se juega entre dos equipos en la misma ciudad y aquí es regional. El Athletic-Real Sociedad es un derbi muy especial también para todos los jugadores y la afición pero en Sevilla quizás la semana previa se vive con algo más de intensidad por el hecho que sevillistas y béticos conviven en la misma ciudad en estos días previos.

¿Qué se siente en un partido así al saltar al césped?

Las sensaciones y esas emociones diferentes son las previas al partido. Una vez que estás en el césped lo afrontas con la misma intensidad y concentración que otros partidos. La diferencia está en los días previos por el ambiente que se respira en la ciudad y desde los medios de comunicación. Recuerdo que en algunas ocasiones nos llevaban concentrados fuera de Sevilla para aislarnos de ese ambiente previo.

Alguna anécdota

Eran partidos muy diferentes. Al ir de visitante con el autobús se veía el ambiente de emoción de los aficionados. Era bonito vivirlo. Recuerdo esos derbis con mucha intensidad dentro del campo con Juanito, Rivas, Dani y nosotros con Javi Navarro, Pablo Alfaro, etc. Saltaban chispas. Una vez finalizado eran compañeros con los que coincidía en distintos sitios de la ciudad y el ambiente era cordial y de máximo respeto hacia los rivales pero en el campo fueron años de intensidad y pocas veces había el saludo al final del partido. Hoy como en muchos partidos acababan dándose la mano y abrazados pero nosotros no terminábamos de la misma manera (risas) Cuando pitaba el árbitro cada uno iba a su vestuario.

¿Cómo ve la temporada de Athletic y Sevilla?

Situaciones algo opuestas. Comienzo esperanzador del Athletic con un nivel de juego alto y resultados positivos que le permiten estar en los puestos altos de la clasificación y pensar en objetivos europeos. Hasta ahora sólo ha perdido en la primera jornada con el Real Madrid en casa y ha marcado una fiabilidad y una seguridad con mucho acierto de cara a portería. Lo veo con aspiraciones de lograr un objetivo importante este año. Y con la Copa que es una competición que todo el mundo quiere en Bilbao y llega la oportunidad de revalidar ese título.

El Sevilla ha tenido un comienzo por debajo de lo esperado. La temporada pasada en LaLiga no fue la mejor y al final con la consecución del título de Europa League la sensación deportiva fue positiva. Se esperaba un comienzo de temporada para dar con esa continuidad a ese último tramo de liga con la llegada de Mendilibar y, lamentablemente, las cosas no han sido así. Nuevo cambio en el banquillo y en lo que queda de temporada va llegando poco a poco a esos sitios donde el Sevilla, respetado en Europa, y que en España era un serio candidato a los puestos altos de la clasificación.

Son los dos clubes de su vida ¿Con cuál de los dos se queda?

Los dos equipos que han cubierto el grueso de mi carrera. Dos clubes muy significativos y con aficiones especiales. Todo el mundo las reconoce y más en mi caso al haber jugado en la antigua Catedral (el viejo San Mamés) y en el Sánchez-Pizjuán. Dos etapas muy bonitas con ambos en las que he tenido la oportunidad de acumular recuerdos. La única espina que me quedó fue la de levantar algún título con el Athletic que sí pude conseguir con el Sevilla. Viví grandes noches y son los dos clubes de mi vida.

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¿Demasiado cambios (entrenador, director deportivo) para un equipo como el Sevilla?

Los cambios pueden generar mucha inestabilidad y si las integraciones de las piezas, entrenador y fichajes, en esa transición no es todo lo rápido que a uno le gustaría puede ocurrir eso. Hay jugadores de mucha calidad, un club con recursos y puede estar por encima de nombres y de las personas independientemente de quien lo pueda ocupar.

Usted jugó como defensa y ahora el Sevilla tiene a Ramos ¿Lo ve para la Selección?

Es decisión del seleccionador que es el que más criterio tiene. Mi día a día está en mi trabajo. Conozco a Sergio, soy consciente de su capacidad, su estado de forma, sus condiciones y atributos, que no voy a descubrir ahora y que son buenísimos. Honestamente no tengo el criterio ni la información que tiene el seleccionador. Sergio entiendo que estará entre los seleccionables y estará seguido como el resto de centrales. Luis de la Fuente elige los mejores para sacar los partidos.

¿Qué atacante le ha dado más problemas?

Messi es un jugador diferente a todos los demás, imprevisible y aun cuando creías que era previsible o intuías el camino elegido aún él era más rápido. Algunas veces he podido marcarle con más acierto que otras y luego está el caso de Kluivert. Me enfrenté a él en mi primer año en Primera y pecaba un poco de falta de contundencia. Con los años gané contundencia y trabajé para ganar más fuerza física y musculatura respecto a cuando debuté en Primera con Osasuna. Me costó mucho marcarle y si lo hubiera hecho cinco años después me hubiera sentido más seguro. Lo recuerdo difícil de defender por su calidad y su físico.

¿Le gusta el VAR?

Es un tema delicado en general. No deja de ser una segunda interpretación en algunos de los casos. Me parece útil ante una posición o un balón que sobrepase o no la línea de gol. En situaciones de lances del juego, no deja de ser una segunda interpretación. No sé hasta que punto resuelve o complica las decisiones. El fútbol ha cambiado. Hay muchas situaciones de juego que me cuesta interpretar porque veo algunas manos y contactos en los saltos de cabeza que a veces son involuntarios y acaban siendo falta o penalti. Se me antoja complicado saltar sin impulsarse con los brazos. En ocasiones este gesto de impulso no siempre considero que sea motivo de falta o de tarjeta. Hay normas que me hubieran dificultado la vida (risas).

¿Ve bien que las cámaras se metan en los vestuarios?

El fútbol, como muchas cosas, tiende a tener más de negocio que de deporte. Hay una parte romántica que se está quedando atrás. Esto es un detalle más que responde al negocio. El vestuario es algo privado donde los jugadores se visten, hay conversaciones privadas y es un espacio íntimo. Eso no es el fútbol, no es el deporte y no lo termino de compartir. No me hubiera gusta verme en esa tesitura.

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