Acoso y derribo a Laporta: “No falta mucho para que el Barça sea el hazmerreír de todo el mundo, si no lo es ya”

Jaume Giró fue uno de los ‘totems’ con lo que la candidatura de Joan Laporta se presentó en la campaña electoral. Con una dilatada carrera empresarial en ‘La Caixa’, Giró estaba llamado a ser el vicepresidente económico del club. Su protagonismo durante la campaña fue absoluto, participando incluso en debates, donde demostró sus amplios conocimientos y valía. Sin embargo, de la noche a la mañana, y con Laporta prácticamente todavía celebrando el triunfo, Giró abandonaba el barco de forma discreta y prácticamente por la puerta atrás.

Nadie se podía esperar que cuatro años más tarde, Giró apareciera de la manera que lo ha hecho: con una rajada monumental en una columna en el diario ‘Ara’ hacia Joan Laporta y la actual junta, a los que llama “malabaristas y funambulistas”, a un paso de ser “payasos” si siguen gestionando el club de esta manera y calificando la entidad como “un circo” que está ya “muy cerca, si ya no lo es” de ser “el hazmerreír del mundo”.

“La pesadilla de cualquier comediante ante un auditorio es querer hacer reír pero hacer llorar. Hay algo todavía peor: un actor dramático que quiere hacer llorar, pero hace reír. El Barça empieza a parecer un club que, instalado en la tragedia, empieza a escenificar una farsa. No falta mucho para que el Barcelona sea el hazmerreír de todo el mundo, si es que no lo es ya”, empieza Giró su artículo.

“Si en vez de ser un club de fútbol, el Barça fuera un circo, nos pondríamos las manos a la cabeza viendo que los malabaristas y funambulistas han cogido la dirección de la empresa. Convencidos de sus habilidades, aplican a la gestión las mismas habilidades que dominan: caminan sobre la cuerda floja sin red, sin barra estabilizadora y, lo que es peor, sin equilibrio”, continúa.

Aunque es en el siguiente párrafo donde entra directamente a degüello: “Si las cosas siguen así, dejaremos de hablar de malabaristas y empezaremos a hablar de payasos (...) el círculo que un día fue virtuoso apunta ahora hacia un abismo con los restos de que no se podrá hacer ni una tortilla”.

Como colofón, Giró compara al Barcelona como “un club de broma”. Sus argumentos son los siguientes: “El Barça es más que un club, en buena parte, porque Catalunya es menos que un estado. Pero si el Barça, sigue como está haciendo en los últimos años, empeñado en mostrarse al mundo como menos que un club, entonces la imagen del club y de Catalunya quedará terriblemente dañada”.

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