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BARCELONA

Abel, una víctima del fin del Barça de Messi

Después de estar en La Masia desde el infantil B hasta el primer equipo, con el que debutó en mayo de 2019, la deriva que tomó el club, con extravagancias como Malcom, Boateng o Braithwaite, le empujaron a marcharse del club azulgrana.

Abel Ruiz celebra un gol con el Barça B en La Romareda.
ALFONSO REYESDIARIO AS

Ahora que el Barça anda buscando un plan B para Lewandowski, es difícil no imaginar que Abel Ruiz (28-1-2000, Almussafes) podría ser un recambio de lujo estos días para el delantero polaco que, a sus 36 años, le diera refresco. Fichaje rutilante del Girona de Champions, que ha pagado este verano nueve millones de euros al Sporting de Braga por sus servicios, Abel estuvo ocho años en La Masia, donde aterrizó como proyecto de delantero grande, con las características necesarias para triunfar en el Barça.

Albert Puig, antiguo responsable de la cantera azulgrana, lo captó en un campeonato provincial en Castellón. Abel dejó entonces el fútbol base del Valencia porque vio un futuro en el Barça y pasó por todas las categorías, del infantil B al primer equipo, con quien debutó en mayo de 2019 ante el Getafe. Por el camino, formó parte de la plantilla del Barça que ganó la Youth League en 2018, un equipo que lideraba junto a Iñaki Peña, Miranda, Riqui Puig o Carles Pérez. Un año antes, había ganado la Bota de Bronce en el Mundial Sub-17 de la India, en un equipo recordado en el que también destacaba Sergio Gómez, otro talento enorme que saltó de La Masia.

Con condiciones de goleador y nueve puro, pero también con capacidad para asociarse y relacionarse bien con el balón, los pasos parecían correctos para llegar al primer equipo. Valverde se lo llevó a dos giras de verano por Estados Unidos, en 2018 y 2019. Sin embargo, al regreso de aquellos dos partidos contra el Nápoles en Miami y Detroit, Ernesto Valverde decidió que, pese a que sólo tenía 16 años y no había ido a la gira americana, su apuesta sería Ansu Fati.

Pero no fue eso lo que cansó a Abel. En un equipo en el que, ya de por sí, era casi imposible jugar, con Messi, Suárez, Coutinho o Dembélé, y al que luego llegaría Griezmann, Abidal empezó a hacer extravagancias como Malcom o Boateng. Una señal de la deriva en la que había entrado el club. Ya cuando se iba harto, el Barça fichó a Braithwaite... Abel se fue por ocho millones al Braga en el marco de la operación Trincao. Y hasta hoy.

Aunque no es un jugador sólo de números, marcó apenas 38 goles en 189 partidos en Portugal. Esos números contrastan con los que tiene en las categorías inferiores de la Selección. Medalla de oro olímpica (este domingo tendrá un bonito duelo con Cubarsí), Abel marcó 14 goles en 28 partidos con la Sub-21 y sueña con regresar a la Absoluta, con la que apenas ha jugado dos partidos. De la Fuente lo mantiene en su radar y, aunque ahora está detrás de Morata y Joselu, tiene el legítimo sueño de estar en el Mundial de 2026 con la actual campeona de Europa. En los Juegos demostró que es un futbolista de nivel y la del Girona es una oportunidad inmejorable de volver a ponerse en el mapa del fútbol nacional y demostrar a la gente del Barça que, durante ocho años, en La Masia hubo un proyecto de jugador grande.

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