A por el líder a cara descubierta, pendientes de Íñigo Vicente
José Alberto, que no sabe si podrá contar con el vasco, con problemas gástricos, prepara la visita a Las Palmas ensayando una y otra vez la presión alta
El Racing ha sido durante un año y medio un equipo al que le parecía que le iba bien que en los partidos pasaran pocas cosas. Ordenado, paciente y con alergia al riesgo, el cero en la portería propia era el primer mandamiento. Eso, y varios jugadores de un talento descomunal para la categoría, dio para ser campeón de Primera RFEF y ascender con una autoridad incontestable. Este año, en Segunda, se vio que los números no daban y el club decidió cambiar de entrenador. Y de modelo. El Racing ahora, con José Alberto, sí quiere que pasen cosas. Es más, como se vio en Cartagena, provoca que pasen cosas. Y por lo que se lleva viendo en los entrenamientos de esta semana, el ovetense se prepara para ir a buscar al líder el domingo a su propia área. Si Las Palmas hace de su salida combinando desde atrás su habitual modus operandi, el Racing le va a ir a buscar hasta allí mismo. Habrá riesgo. En las dos áreas. Así es como le gusta a José Alberto.
De cara a montar el once que ponga en funcionamiento el plan, el técnico se encuentra con un problema que ahora mismo impediría repetir la alineación con la que José Alberto debutó ganando 0-3 en Cartagena: Íñigo Vicente, probablemente el mejor aquella tarde en Cartagonova, lleva dos días sin poder entrenar, aquejado de problemas gástricos que han derivado en vómitos y malestar general. En principio, el jugador deriotarra no está descartado, pero no pasa, desde luego, por su mejor momento físico. Por el momento, son Marco Camus y Alfon los que están ocupando en los entrenamientos el puesto en el que se desenvuelve Vicente, escorado a la izquierda en la línea de trescuartistas.
El modelo Romo no le ha ido mal al Racing ante los equipos que priorizan la posesión por encima de todas las cosas, se vio jugando ante Las Palmas en El Sardinero, pese a estar 50′ en inferioridad numérica, o en los enfrentamientos contra el único equipo que supera a los amarillos es pases y en posesión, el Andorra, tanto en el duelo de campeones de mayo como en la visita liguera de los racinguistas al Principado, el último triunfo de Romo. Pese a ello, no se repetirá. La posesión será, seguro, canaria, pero José Alberto quiere que para mantener esas interminables series de pases en campo propio que acostumbran los de García Pimienta se jueguen el físico. Eso obligará a los cántabros a adelantar todas sus líneas, desde el portero al delantero centro, por lo que si falla la presión aparecerán los huecos para el líder. Intentar que eso no pase, que salten todos a la vez, es lo que llevan ensayando desde las vuelta de las vacaciones navideñas.
Además de la incógnita de la presencia o no de Íñigo Vicente en el Estadio de Gran Canaria, son seguras las bajas de Bobadilla, que será operado el miércoles 11 de luxación en su hombro derecho, y de Unai Medina, con rotura de fibras. José Alberto López está calibrando estos días si se lleva a Canarias a Cedric y a Juergen, que salen de largos periodos de baja, cuatro y dos meses respectivamente. Ambos están entrenando con aparente normalidad, aunque al centrocampista de Cartagena de Indias, el técnico ovetense le está liberando del último ejercicio de cada sesión, hoy concretamente de una serie de partidillos cinco contra cinco, breves, muy intensos y en un cuarto de campo. El nigeriano, en cambio, ya es uno más de principio a fin de la sesión. El plan inicial era que ambos entraran de nuevo en la convocatoria para el partido del día 14 frente al Sporting en El Sardinero, pero la buena marcha del negocio puede adelantar ese plazo.