A Courtois le pone Arabia
El despegue definitivo de ‘Tibu’ en el Real Madrid está estrechamente ligado a las Supercopas arábigas. Y a dos penaltis para la historia...
Casi cuesta recordarlo viendo su nivel de los dos últimos años, pero el comienzo de Thibaut Courtois con el Madrid en el otoño de 2019 fue decepcionante. En sus primeros cuatro partidos de Liga recibió seis goles contra Celta, Valladolid, Villarreal y Levante y sus dos primeros partidos de Champions fueron un doloroso 3-0 en París y encajar dos dianas del Brujas en 45 minutos antes de dejar el terreno de juego por una indisposición. Tibu era un portero terrenal. Todo lo cambió la primera Supercopa de España arábiga, en enero de 2020 en Yeda (Arabia Saudí). Allí se presenció por primera vez al Courtois dominante de las dos últimas temporadas y también en suelo saudí, el año pasado en Riad, buena parte de ese título reposó en los guantes del portero belga. La fórmula Supercopa de España y Arabia Saudí le sientan bien...
Vayamos a aquella primera Supercopa, la de 2020. Courtois necesitaba un clic y lo consiguió precisamente cuando la presión era más agobiante. En su primera final con el Real Madrid y además con el morbo superlativo de ser contra su anterior equipo en la capital de España, el Atlético. Su exhibición durante todo el torneo en Yeda fue imperial, de once disparos que le hicieron entre los tres palos, detuvo nueve. Sólo pudo batirle Dani Parejo, en semifinales (también fue, como ahora, un Real Madrid-Valencia) y fue de penalti.
Courtois decidió redoblar contra otro equipo rojiblanco, esta vez el Athletic, la apuesta. Su final del año pasado contra el Athletic fue un compendio de en lo que se ha convertido para el Madrid, en ese portero que da títulos. Con 2-0 arriba, el Madrid empezó a sufrir con los arrebatos intensos del conjunto bilbaíno en el último cuarto de hora que cristalizaron en un penalti a favor de los leones que podía darle un giro a la final. Era el minuto 86 de partido y el equipo blanco se quedó en con diez jugadores porque fue penalti y expulsión de Militao. Ahí emergió Courtois con reflejos logrando una de las mejores paradas con los pies que se le recuerda a un portero en un penalti en los años recientes. Un prodigio de velocidad de reacción y flexibilidad que desanimaron definitivamente al Athletic. “Si llegan a marcar ahí habríamos tenido siete u ocho minutos finales de infarto”, diría el portero después en la flash interview. Tibu había salido al rescate.
Ahora retorna Courtois a un escenario, Arabia Saudí, y a un formato (la competición tipo final four) en el que con el Madrid se siente como pez en el agua. Aún está recuperando su mejor versión, la del año pasado en la que terminó el curso siendo clave en el Madrid y con un promedio excelente (0,88 goles por partido) porque tuvo que estar 52 partidos bajo palos y teniendo delante el poderío de las delanteras del PSG, el Chelsea, el City y el Liverpool. De aquello salió como el indiscutido portero más en forma del planeta. Ahora ostenta un promedio de 1,05 dianas por encuentro y parece en Liga más vulnerable que de costumbre. Pero Arabia, se vio en el pasado, suele funcionarle como trampolín...