El futuro de Nafti tiene 24 horas
El Leganés aún no ha decidido si su entrenador continúa o no a falta de apenas un día para que caduque la cláusula unilateral de renovación que existe en su contrato.
Al Leganés le quedan poco más de 24 horas para decidir si Mehdi Nafti será su entrenador para la próxima temporada. Es decir, si activará la cláusula unilateral presente en su contrato y que permite al club renovarlo. Esa vía contractual caduca este domingo 5 de junio y, por ahora, no se ha tomado una decisión en firme, lo que anticipa un desenlace agónico. Sea para aseverar la continuidad, sea para decir adiós al técnico que rescató al Leganés del pozo para mantenerlo cuando parecía desahuciado.
Fuentes cercanas al club pepinero insisten en que, sorprendentemente, no hay tomada decisión alguna. La indefinición, de una parte, es llamativa. El pasado lunes Felipe Moreno, dueño del club (por ahora, mientras se cerra el proceso de venta) afirmó que se sabría algo antes de la fecha límite. Presumiblemente el viernes, fue la fecha que deslizó el mandatario y que también deslizaron otros estamentos del club por vías no oficiales.
Pero el viernes llegó y nada se hizo oficial. Tampoco el sábado. Esto es, se apurará hasta el último día, algo que en la cultura deportiva del Leganés tampoco es novedad. El mercado de fichajes pepinero siempre se apura hasta el instante final. Esta vez apunta a que se repetirá agonía con el futuro de Nafti, aunque también condicionado precisamente por el proceso de venta en el que se encuentra inmerso el club.
Pendientes de EEUU
La decisión de si Nafti continúa o no depende en gran medida de la postura que tomen los analistas especializados que trabajan para el holding empresarial que negocia comprar el club. En el Leganés no hay decisión trascendente que afecte al futuro del club (especialmente deportivo) que no pase por sus manos. Y no se trata de una voz más, sino que tienen potencial de veto. Esto es: si estos analistas decidieran que Nafti no continúa, sería muy difícil que la actual estructura directiva fuera en dirección contraria.
Mientras tanto, el tiempo pasa y el Leganés, que alcanzó virtualmente el objetivo de la permanencia allá a finales de abril, sigue sin apenas haber dado paso alguno para una planificación deportiva de la próxima temporada. Se pierde, de este modo, una de las pocas ventajas que tenía el club al quedar sin opciones de pelear el ascenso a Primera tan pronto: la preparación temprana del siguiente proyecto.
El vestuario, desconcertado
Una paralización que empieza a molestar a buena parte de los afectados, desde los despachos hasta el vestuario. Los jugadores aún desconocen quién será su próximo entrenador o cuándo comenzarán la próxima pretemporada. También quiénes serán sus próximos jefes, aunque intuyen que, sí o sí, habrá relevo en la propiedad. Nafti, entre tanto, espera la decisión en su retiro vacacional con el club moviendo alternativas más allá del franco-tunecino.
El entorno del Leganés desliza ya contactos con Jon Pérez Bolo (libre tras terminar contrato con la Ponferradina), David Gallego (ex del Sporting o Espanyol). Casting liderado desde el otro lado del charco, como la decisión de si Nafti coninúa o no. Ya apenas quedan 24 horas.