Los capitanes del Lugo se despiden: "Ha sido un orgullo"
Carlos Pita, Fernando Seoane e Iriome González se despidieron en una rueda de prensa que quedará grabada para siempre en la memoria de los aficionados albivermellos.
La rueda de prensa de despedida de los capitanes del CD Lugo Carlos Pita, Fernando Seoane e Iriome González quedará grabada para siempre en la memoria de los aficionados albivermellos. Si despedir a un capitán siempre es motivo de emoción, que sean los tres los que digan adiós es poco menos que una catarsis. Acompañados del presidente Tino Saqués, hubo tiempo para las lágrimas de Pita, las sonrisas de Iriome y la retranca más puramente gallega de Seoane. Y un aviso para los que vengan, el patrimonio del Lugo no es económico, sino emocional y en eso han colaborado más que nadie los tres grandes que el sábado pondrán fin a su periplo con la albivermella.
Comenzó el presidente Saqués la alocución. Pese a su fama de hombre duro no pudo evitar emocionarse ante la despedida de los capitanes, a los que calificó de "buenos jugadores, pero aún mejores personas". Señaló que la suya es "una trayectoria irrepetible" y reconoció que "yo quería que los tres, que vivieron un montón de tiempo juntos se despidiesen también juntos" y también descubrió que "nos hemos reunido muchas veces para escuchar su opinión, y muchas veces no la compartía, pero siempre han aportado por el bien común". Al borde de las lágrimas, Saqués se sinceró para subrayar que "vivir algo así es la hostia".
A partir de ahí, los protagonistas. Fue Pita el primero en coger el micro y llegaron las lágrimas tras reconocer que, para él, "la palabra orgullo es la que describe el hecho de pertenecer al CD Lugo". También reconoció que "ha habido temporadas de éxito como la del ascenso, o tranquilas, pero las últimas han sido duras, de mucho desgaste". Además, anunció que en principio seguirá vinculado al club, la noticia que todos esperaban. Se le vincula con la dirección deportiva.
Seoane tampoco decepcionó en su comparecencia. Comenzó hablando de que estos años han sido de "éxito rotundo para un club de nuestro presupuesto, sobre todo si nos fijamos en otros equipos que ahora están en Primera RFEF". También pidió a la afición unidad, aseverando que "la gente tiene que valorar que los partidos se saquen adelante, el que quiera pitar que espere al final, si cada uno va por su lado no va a haber nada que hacer". En su caso, tiró de socarronería para desvelar su futuro, afirmando que "hablé con el presidente para ver si yo me podría encontrar bien en algún puesto dentro del club… pero no encontré ninguno", refirió entre risas. Aclaró que "voy a seguir aquí, en Lugo, y me dedicaré a mi otra pasión, la ganadería", ya que Seoane es dueño de un centro de cría caballar.
El caso de Iriome es el más diferente de los tres. Él mismo lo resumió con humor diciendo que "aquí yo soy el extranjero. Cuando llegué lo hice porque fue una opción que surgió, nunca pensé que estaría tanto tiempo ni que me iba a encontrar tan a gusto". Reconoció igualmente que "al final no he tenido suerte con las lesiones, el momento idóneo para dejar el Lugo era este, hay que tomar las decisiones en el mejor momento". También quiso dejar claro que "creo que no se ha dado valor a lo que ha conseguido el club, no es nada fácil estar tantos años en Segunda".
Al final, tres amigos que se despiden. Tres instituciones dentro de un club que dejan un vacío que costará rellenar. Tres capitanes que el sábado recibirán el homenaje que se merecen, en el verde y con los suyos.