POLONIA
"Arriesgué viniendo a Polonia y he podido cambiar mi vida"
Después de años de dominio del Legia de Varsovia, el Lech Poznan ganó la liga el pasado sábado. Dani Ramírez recibe a AS para contar su historia y cómo se vive el fútbol allí.
Seguramente la imagen que más se recuerde en España de la forma de vivir el fútbol en Polonia sea la visita del Legia de Varsovia a Madrid en 2016. Algunos seguidores del club polaco provocaron disturbios y enfrentamientos con la Policía. Más allá de los altercados de esta parte de la afición, es una buena muestra de la intensidad y la pasión con la que tratan el fútbol en Polonia, apoyando a su equipo por encima de todo. Poznan, en un tono más festivo, podrá expresarse mañana, cuando celebren el octavo título de liga de su historia tras jugar con el Zagebie en casa (17:30).
Tras varios años de dominio del Legia de Varsovia, en los que ha encadenado cinco títulos en seis años (en 2019 resbalaron con el Piast Gliwice), los capitalinos solo aspiran a ser décimos en esta última jornada. El Lech, en el año de su centenario, ha aprovechado la ocasión y se ha coronado como campeón con una jornada de antelación. "No solo tenemos 11, tenemos 16 o 17 jugadores de primer nivel y así se ganan las ligas", explica Dani Ramírez, mediocentro del equipo, a AS.
Dani Ramírez ha perdido su puesto como titular tras la llegada del técnico Skorza a finales de la temporada pasada. El nuevo entrenador busca un fútbol más directo en el que un perfil como el del español no encaja tan bien como el de Amaral, un portugués que ha marcado 16 goles esta temporada jugando por detrás de Ishak, capitán y máximo goleador. Sin embargo, el futbolista español siempre tendrá hueco en Polonia, dice. "Es una liga que nos viene bien a los españoles. En general, a gente con calidad. Somos el jugador distinto entre tantos futbolistas físicos y rápidos". Aunque en los meses más duros de invierno tienen que adaptarse a campos en muy malas condiciones.
No es casualidad que España sea el segundo país que más extranjeros aporta a la Ekstraklasa con 17 (solo uno menos que Portugal). Ivi López, que está empatado actualmente con el mencionado Ishak por ser el máximo goleador de la liga; Marc Gual o Dani Pacheco con algunos de los nombres más destacados. Aunque las gigantes dimensiones del país hacen que sea difícil crear comunidad, Dani confiesa que "siempre es bonito saludar a alguien de tu país y que está intentando triunfar fuera".
Este madrileño, de Leganés, llegó a Polonia en 2017 como "la última oportunidad que tenía de seguir siendo futbolista". No fue a un grande, ni mucho menos, sino a la segunda división. "Fue un poco locura, el Stomil Olsztyn era un equipo pequeño. Históricamente conocido, pero sin aspiraciones a subir. Arriesgué y he podido cambiar mi vida. No puedo pedir mucho más a Polonia", añade un tranquilo Dani Ramírez, que ahora no siente la necesidad de volver. "Una vez que sales de España, se te va el miedo. Al principio no tenía ni idea de inglés ni de polaco y ahora en el vestuario tenemos una relación increíble, de casi todos los días salir juntos a hacer algo". El acompañamiento de su mujer y, desde hace un año, su primera hija, ha sido un apoyo fundamental en estos cinco años.
Como comenta, la relación personal entre la plantilla es tan ganadora como la futbolística. El ambiente joven y bromista de un vestuario español no es tan diferente a uno polaco. "Es gente que piensas que va a ser más fría, pero no. No es tan difícil adaptarse una vez que estás aquí", explica sobre un equipo muy internacional (hay catorce nacionalidades distintas).
Este verano se pondrán a prueba en su intento de ser un equipo de fase de grupos de Champions League. A pesar de ser campeón, arrancará la Champions League 2022-23 desde la primera ronda clasificatoria. No contarán con Kaminski, una joven promesa de 19 años que ya se la ha llevado el Wolfsburgo por 10 millones de euros, pero espera que puedan mantener, además de a Amaral e Ishak, a Milic, Rebocho o Joel Pereira.