REAL VALLADOLID - PONFERRADINA
Kuki Zalazar y un apellido que significa ascenso
El jugador de la Ponferradina se enfrenta al Real Valladolid, con quien debutó como profesional, buscando el playoff.
El último derbi castellano y leonés de la presente temporada en Segunda División deparará un retorno, el de Kuki Zalazar, al José Zorrilla, donde debutó como profesional. Después de varias apariciones coperas, el hispano-uruguayo se estrenó en Primera la pasada campaña, aunque nunca encontró en el primer plantel la continuidad que sí tuvo en el Real Valladolid Promesas, donde fue capitán y llegó a disputar lo que ahora busca como blanquiazul: un playoff para subir.
Aunque no ha sido excesivamente protagonista a las órdenes de Bolo, fruto de la competencia dura existente en el frente ofensivo, la reciente lesión de Kike Saverio puede abrirle la puerta a una mayor participación en las tres últimas jornadas, después de no contabilizar minuto alguno en las últimas cuatro. Con esa promoción en el horizonte, que sigue buscando la Ponferradina, podría soñar con emular a su padre y, más recientemente, a su hermano.
Y es que el apellido Zalazar es sinónimo de ascenso desde que su padre, José Luis, encadenara dos seguidos, con el Espanyol y el Albacete, donde se convirtió en estrella, en las temporadas 1989-90 y 1990-91. Fue el modo que tuvo de empezar a encarrilar una carrera todavía en ciernes en el caso de quien fuera considerado el mejor cadete de España. Si papá lo hizo con 26 años, a los 24 recién cumplidos, Kuki está a tiempo de lograrlo antes que él.
Más precoz que ellos será, en cualquier circunstancia, el mediano de los tres hijos de Zalazar, Rodrigo, quien a sus 22 celebró el pasado fin de semana el salto a la máxima categoría en Alemania, en las filas del histórico Schalke 04. Lo ha hecho, además, siendo importante, llevando el '10' a las espaldas. Al contrario que sus 'mayores', Rodrigo Zalazar es centrocampista, si bien ha marcado diez goles y siete asistencias con los mineros.
Volviendo al exblanquivioleta Kuki, después de tres años siendo importante en el Promesas, no encontró cobijo en la reestructuración acometida en verano por el Real Valladolid, lo que le llevó al Bierzo. Sin embargo, no está viviendo un curso fácil, ya que solamente ha hecho un gol en los solo 783 minutos de que ha dispuesto a las órdenes de Bolo, cifra que querrá incrementar en un José Zorrilla en el que, antes de su marcha, estaba bien valorado.