De Laurentiis vuelve a sacar el látigo: más lío en Nápoles
El club causa otra vez polémica con una “concentración permanente” tras la absurda derrota de Empoli, que causó el adiós definitivo a la lucha por el scudetto.
Las decepciones se están volviendo una triste costumbre para el Nápoles. Cada vez que los azzurri tienen cerca un objetivo, encuentran las maneras de complicar su camino y, muchas veces, quedarse sin él. Pasó hace un año, cuando tenían en el bolsillo una clasificación a la Champions (que habría dejado fuera de los primeros cuatro a la Juventus) y la perdieron por no saber batir a un Verona sin objetivos en la última jornada en el Maradona. Este año, gracias a un buen comienzo y una lucha por el scudetto con un promedio de puntos muy bajo, los sureños volvieron a soñar con llevarse un título que les falta desde 1990. Pero eso ya se ha convertido en imposible.
Después de la gran victoria ante el Atalanta en Bérgamo, los de Spalletti cosecharon solo un punto en tres partidos, dos de los cuales jugados en su estadio, ante Fiorentina y Roma. El de ayer, ante el Empoli, fue hasta humillante. El Nápoles llegó con dos goles de ventaja al minuto 80 y se hizo remontar regalando tres tantos a un conjunto que no ganaba desde hace 16 jornadas. Cuando batió, ironía del destino, justo a los napolitanos en Fuorigrotta.
La reacción del club fue enfurecida y recordó los últimos días de la era Ancelotti. Tras una mala racha y un empate en Champions con el Salzburgo, en 2019 De Laurentiis impuso una concentración punitiva a la que sus jugadores se rebelaron, con un motín que llevó a graves consecuencias deportivas y legales. Ayer, tras el pitido final de Empoli, el Nápoles anunció con un tweet que "el club ha decidido que, a partir del martes, el equipo irá en concentración permanente". Una hora después, con otro mensaje en Twitter, aclaró que "la decisión ha sido tomada por el entrenador y compartida por el club".
Hoy, con un comunicado en su web, el Nápoles añadió nuevos detalles sobre el plan de esta semana: "Los turnos de trabajo seguirán siendo los mismos, con una gran atención hacia el trabajo individual y de grupo. Habrá reuniones de teoría y se añadirán, esta es la novedad, encuentros nocturnos durante las cenas, para abrirse sobre criticidades, problemas, malentendidos, calidad de juego. Todo para maximizar la excelente calidad demostrada en la primera parte de la temporada".
Una situación tensa, una vez más, de la que el club espera salir, al menos, sellando un billete a la Champions esperado desde hace tres años. La clasificación, respecto a hace un año, ayuda. Esta vez no hay un quinto que sea capaz de meterse en la lucha: a falta de cuatro jornadas, la Roma está lejos nueve puntos. Eso sí, siguiendo con el ritmo de las últimas tres citas, para el Nápoles nada está seguro. El psicodrama sigue.