"Benzema es un peligro"
Una encuesta de AS a las puertas del Etihad refleja el temor y el respeto que infunde el delantero francés entre la hinchada del Manchester City.
EI último partido del City previo al Madrid se solventó con una sonora goleada: 5-1 al Watford. Sin embargo, ello no tranquilizaba a la afición citizen que abandonaba sonriente el Etihad Stadium el sábado. La sonrisa se tornaba mueca y movimiento de cabeza cuando AS les preguntaba por la eliminatoria de Champions. El equipo blanco infunde respeto, pero sobre todo un futbolista. "Karim Benzema es un peligro", “Benzema es un killer (asesino)". Estas fueron las dos respuestas más repetidas entre la colorida hinchada skyblue. La encuesta acerca del futbolista favorito de unos y otros sí que fluctuaba. "Modric, es un genio". "Toni Kroos siempre sabe qué hacer". "Vinicius es muy habilidoso". En cambio, al preguntar por el jugador que más temían para mañana, el pichichi francés era el primer nombre que venía a la cabeza. Entendible, 39 goles, 12 en Champions, y 13 asistencias son números para amedrentar al más bravío.
Acerca del pronóstico, sí que había más positivismo con la manita endosada a los Hornets como trampolín al optimismo. "City, City, somos favoritos", decía un padre de familia, aunque sus hijos no lo tenían tan claro: "El Madrid no era favorito contra el Chelsea y mira...". Alguno no quería echar la vista tan adelante y su mayor preocupación era que el Liverpool tropezase ante el Everton (no ocurrió, triunfo red por 2-0), aunque la mayoría tenía claro el resultado que deseaban para mañana: "1-0, como el día del Atleti", apuntaba un citizen veterano, ataviado con su bufanda, camiseta y el kit del aficionado fiel. "Con gol de Gabriel Jesus", añadía un joven eufórico después de que el brasileño le hubiera hecho celebrar hasta cuatro tantos minutos antes.
Es más, hasta una leyenda como Paulo Wanchope apostaba por una victoria por la mínima. El costarricense (jugó en el City entre 2000 y 2004 y marcó 29 goles) abandonó el Etihad tras ver la victoria de su exequipo y, después de firmar autógrafos, programas del partido y posar con unos aficionados que le reconocieron al instante ("¡Paulo, Paulo, una foto, por favor!"), dio su pronóstico al ser preguntado por AS: "Estará muy igualado. 1-0". ¿Para el Madrid o para el City? "Para el City, para el City", contestó entre risas mientras se marchaba entre una nube de gente.
El día que el Watford salvó a Elton John
Las puertas del estadio tenían solamente el color azul cielo del City. Camisetas, bufandas... y Elton John. Un chico apuraba sus últimos días de soltería disfrutando de su equipo. Al más puro estilo Elvis en Las Vegas, pero versión british. Un guiño sin más, se puede pensar. Pero no. "El Watford salvó a Elton John", gritó el joven. ¿Cómo? "Sí, por eso voy disfrazado así, jugamos contra el Watford, que salvó a Elton John", añadió. Y se marchó a casarse en cuatro semanas con una chica barcelonesa, según explicó su padre a este periódico. Y tenía razón. En 1974, el músico, cuando su éxito comenzaba a asomar, compró una participación del rival citizen del sábado y se hizo vicepresidente. El equipo de su padre, único lazo de unión entre ambos, como explica Sergio del Amo en El País.
Ese Watford, el cual acabaría presidiendo, estaba hundido, como Elton John comenzaba a hundirse en la droga, en la cocaína. Junto a Rod Stewart organizaron un concierto para recaudar fondos y dar impulso financiero al club. La mano del músico no tardó en notarse. A las primeras de cambio subieron a tercera, dos años después ya estaban en segunda y en 1981 se plantaron en la Football League First Division (la Premier League no se concibió hasta 1992). En 1982, subcampeones y de ahí a la UEFA. En 1984, se plantaron en Wembley, con 100.000 espectadores en las gradas. Era la final de FA Cup. Ganó el Everton, 2-0, pero poco importaba.
El Watford había salido de los infiernos y llegado al cielo en diez años. Y, como decía el Elton John del Etihad, salvó al Elton John original. Él mismo lo explicó: "Le debo al Watford mucho más de lo que el equipo me debe a mí. Fui presidente durante el peor período de mi vida (...). Si no hubiera tenido el club de fútbol, Dios sabe qué hubiera sido de mí. No exagero cuando digo que estoy convencido de que el Watford me salvó la vida".