Aprobados y suspensos del Celta: Fran Beltrán se confirma
El golazo del madrileño es el broche de oro a su mejor temporada como celeste. Lideró al equipo junto al de siempre, Iago Aspas,
Dituro: Apenas estuvo exigido, pero respondió con firmeza las acometidas de Berenguer y Rául García. Desvió el zapatazo del extremo en la primera parte y rechazó el peligroso cabezazo del mediapunta en el segundo acto. Después de la pifia de Cornellà hace una semana, esta vez no tentó tanto la suerte en la salida de balón.
Kevin: Intenso y activo como siempre, participa en la acción del primer gol. El balón le llegó en las postrimerías del área, fuera de su zona de confort, pero decidió rápido y bien, abriendo más la jugada para que Brais tuviera una buena posición de centro. Apenas sufrió en defensa, pero fue amonestado al principio de la segunda mitad y acabó siendo sustituido.
Aidoo: Da igual que empiece el partido perdiendo un balón aéreo que supone una ocasión del rival, como le sucedió en San Mamés con Sancet en los primeros compases. Ha aprendido a no descentrarse, a ser intenso en cada duelo y estar atento a las ayudas. Coudet lo probó durante unos minutos de lateral y tampoco desentonó fuera de su sitio habitual. Rozó el gol en un cabezazo y en una incorporación al área cuando actuaba de carrilero. Sigue siendo la roca de la Liga.
Araújo: Sin tantos alardes como su compañero de zaga, pero el mexicano actuó con sobriedad durante gran parte del encuentro. Pierde la marca de Raúl García en el cabezazo del navarro que está a punto de suponer el 1-2. Esta vez no se prodigó demasiado en las conducciones, se limitó a entregar el balón a sus compañeros.
Galán: Incansable en ataque y en defensa. Le amargó la tarde a Berenguer y a Petxarroman. El primero acabó desquiciado al ver que el pacense le impedía el paso una y otra vez. El segundo se fue impotente al verse incapaz de frenar sus cabalgadas. No se excedió con los regates en zonas comprometidas.
Beltrán: Un partido a la altura de su gol: sobresaliente. Corre, ayuda, roba y distribuye. Corre, ayuda, roba y distribuye. Y así todo el partido. Y siempre bien, como en casi toda la temporada. El golazo es el broche de oro a su mejor curso como celeste. Un derechazo con gran efecto que perforó la portería de Unai Simón, el portero de la Selección.
Brais: Su labor oscura en la presión es tan o más importante que su aportación con el talento. Sirvió un gran balón a Aspas para abrir al marcador y tuvo varias acciones de magia, pero su gran mérito fue ahogar la salida de balón del Athletic con una presión agobiante. Si acaso, le faltó algo de precisión y finura en determinadas acciones para alcanzar la excelencia.
Denis: Se siente muy cómodo cuando el equipo está bien posicionado sobre el campo. Dirigió con su habitual buen criterio, se perfiló siempre bien para dar un apoyo a los compañeros y circular el balón con velocidad. Además, tampoco se cansó de correr hacia las dos porterías. Cada vez se entiende mejor con Beltrán.
Cervi: Empezó el partido avisando al Athletic con un remate a centro de Galán. Es un revolucionario, es dinamita en cada acción. Cada vez que aparece, lo hace con intensidad y ritmo alto. No entiende lo que significa el verbo dosificar. Sus ayudas en defensas son muy importantes para equilibrar al equipo. Se fue bastante hacia dentro para dejarle espacio a Galán en el carril izquierdo.
Iago Aspas: Se acaban los adjetivos para definir al moañés. Marcó su gol número catorce y entra en el selecto grupo de los siete que lo consiguieron en siete temporadas consecutivas, tal y como refleja la cuenta Afouteza e Corazón. La estrella celeste se sienta a la mesa de Mundo, Pahiño, Villa, Messi, Cristiano y Luis Suárez. Al margen de este nuevo hito, firmó otro partido para enmarcar. Listo en el área e inteligente en el resto del campo. Siempre mejora la jugada.
Santi Mina: Quizás le afectaron los pitos de San Mamés o la espera de la sentencia, pero lo cierto es que no estuvo a la altura de sus compañeros. Desaparecido en combate, ni siquiera destacó en algo que nunca falla, la lucha en el juego aéreo. Acabó siendo sustituido por un golpe, como reveló Coudet al término del partido, pero no es nada importante y podrá jugar el miércoles.
Tapia (entró por Cervi): Sigue costándole entrar a los partidos desde el banquillo. No obstante, esta vez se le vio con mayor intensidad que en otros encuentros. Ayudó a aplacar un posible arreón final del Athletic.
Murillo (entró por Kevin): Parece que ya ha asumido su nuevo rol y en sus últimas actuaciones se le ve más solvente, más seguro de sí mismo. Estuvo sobrio durante los veinte minutos que participó.
Nolito (entró por Mina): Con el partido abierto, buscó pases en profundidad para Iago Aspas, su mejor socio. No tuvo tiempo para mostrar su calidad en el área rival.
Solari (entró por Denis): Apenas estuvo cinco minutos sobre el césped y actuó en dos posiciones distintas, primero de interior y después de lateral. Sin tiempo.
Carlos Domínguez (entró por Aidoo): Al canterano no le dio tiempo ni a sudar la camiseta. Entró en el descuento para agotar los cambios.