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LEGANÉS

Naim, la revolución desplazada

El canterano ha pasado de la mayor esperanza del Leganés en el inicio de curso, a un desconocido del verde en lo que llevamos de 2021. Apenas ha disputado 39 minutos desde Valladolid.

Naim, la revolución desplazada
JUAN AGUADODIARIO AS

Naim García era la esperanza. Un soplo de aire fresco. Representaba el plan perfecto. Un canterano emergido de la nada para brillar en el primer equipo luciendo cabriolas y regates. Desparpajo e ímpetu. Y todo, además, en el peor momento de la temporada. En un arranque de curso que para el Leganés fue de pesadilla salvo por él. Por Naim García. Ahora todo aquello parece pretérito perfecto. Lejano. Muy lejano. Desde que comenzó 2022, este extremo de apenas 19 años renovado en diciembre hasta 2027, apenas ha jugado poco o nada. El chaval se ha transformado en la revolución desplazada.

Su última titularidad en liga data del 2 de enero, cuando disputó 57 minutos ante el Valladolid en Liga. Aquel partido lo disputó después de que su entrenador, Mehdi Nafti, lo regara de elogios en la previa por su papel (papelón) en el triunfo ante el Málaga con el que se cerró 2021 (0-2). “Sin duda que algún chaval irá convocado. Que se fijen en el rendimiento de Naim para no ponerse nervioso. Él, en Málaga, más joven que estos chicos del filial, no estuvo nervioso”, comentó el preparador a propósito de las bajas por COVID de aquel duelo y la necesidad de convocar a otros chicos del filial.

Al banquillo desde Pucela

Sin embargo, en Pucela, Naim no estuvo especialmente atinado (el gol del 1-0 llegó por un desajuste defensivo desde su banda) y, desde entonces, no ha vuelto a jugar apenas con los pepineros. En total, 38 minutos distribuidos entre Liga (9’) y Copa (29’) en 13 convocatorias. Este domingo, ante el Oviedo, y con la necesidad de intentar buscar el empate, Nafti le volvió a dar la oportunidad de jugar. Salió en el 82’, pero apenas tuvo opciones de demostrar aquellas virtudes que maravillaron a Butarque en el comienzo de temporada.

Nafti, durante algunas fases de este año, ha explicado que la ausencia de Naim se debía, por ejemplo, a la necesidad de cargarlo con demasiada responsabilidad. Se refería al tramo inicial de 2021, cuando esa derrota en Pucela o el 4-0 en Burgos generó un ambiente de alta tensión que, argumentaba el entrendor, no era el adecuado para que un chaval se cargara la mochila de miedos.

Con todo y con eso, cuando la tendencia ha variado hasta pintar un escenario mucho más optimista, Naim ha seguido en el mismo espacio, en el banquillo. Carencia de oportunidades que lo han relegado a los últimos puestos de la plantilla en cuanto a minutos jugados (654 en Liga) sin perspectiva (parece) de un giro radical en las últimas jornadas del campeonato. Giro en los acontecimientos que deja en el aire incluso si el chaval tendrá continuidad en la primera plantilla la próxima temporada o si, por el contrario, se le buscará destino para que su progresión no se frene al sur de la capital.