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ATLÉTICO

La alarmante sima de Griezmann

El francés lleva nueve partidos sin gol. Intachable en el trabajo, se añora su aporte anotador. Futbolista siempre de rachas, su contraste es cada vez mayor. Y más seco.

Actualizado a
Griezmann, en el Mallorca-Atlético.
ALBERT GEAREUTERS

Para Simeone no hay pieza más fundamental para su pizarra que Antoine Griezmann, su obra maestra del fútbol. Lo fue en su primera etapa, desde que llegó en 2014 a 2018, y ahora, desde que regresara, en septiembre. Porque nadie como el francés interpreta su pizarra, generoso en el derroche, por y para sus compañeros siempre... Pero hay un lunar. Un lunar alarmante. Griezmann siempre ha sido un futbolista de rachas, de alternar semanas y semanas marcando con largas sequías. En su primera etapa como rojiblanco así era. Los periodos valle acentuados terminaban con un gol que arrancaba el tapón y traía consigo otros siete (en cinco jornadas), otros 13 (en tres meses). Ahora, desde enero, lleva sin gol.

Porque en enero, día 6, marcó el último, ante el Rayo Majadahonda, justo después de regresar de su lesión en el derbi de Liga ante el Madrid, 12 de diciembre. Y jugó 19' en ese regreso, marcó y... recayó de su lesión. Una recaída que se quedó como un lamento en la boca del Cholo durante varias semanas. Perdía a su mejor futbolista y, lo perdió, además, durante mucho más tiempo del esperado. Porque al principio iba a ser para un mes, su regreso fijado para el partido de Liga en el Camp Nou, 6 de febrero, pero aún se retrasó quince días más. Diez partidos fuera. En su primera vez en el Atlético sólo se perdió un partido, ante el Betis, por molestias. Un partido y ya por dolencias físicas.

De la mezcla con João a la sequía

Griezmann estaba listo para la vuelta de los octavos de final de la Champions ante el United pero sólo jugó 14 minutos. El Atlético ya estaba en vuelo, ya había perdido ante el Levante, empató contra los ingleses, pero mereció ganar, la pieza fundamental de la pizarra del Cholo Héctor Herrera. Nueve partidos ha disputado desde su regreso de la lesión. Nueve partidos seco. Que su rendimiento, lo escrito, ha sido intachable, su mezcla con João Félix, al que ha dado vuelo (y vive su mejor momento en el Atlético). Lo reconocía el capitán, Koke, en una entrevista con AS hace una semana ("Ahora está a un grandísimo nivel. Antoine le ayuda mucho. Le está aportando mucho el jugar juntos arriba"). Pero además de para eso, para lo que es fundamental, se le fichó también por sus goles. Y estos no están llegando.

La sima es profunda. El contraste entre sus rachas a medida que pasan los años son más profundas. En realidad, punta sólo ha habido una, de octubre a noviembre (cuando marcó ante ante Levante, Valencia y Cádiz, ante el Liverpool y el Milan en Champions), pero su aportación anotadora más espolvoreada, lejos de aquellas cifras del primer Griezmann (seis tantos, dos asistencias). Si su último balón a la red fue aquel del Majadahonda en la Copa del Rey, en Liga es más dramático, el que marcó ante el Cádiz, 28 de noviembre, de decir dos meses y 14 días. Y esa sima, para la pizarra del Cholo, es abisal cuando se habla de Griezmann.