La discontinuidad de Melendo
El mediapunta, que solo ha jugado 701 minutos en LaLiga, finaliza contrato el 30 de junio y su renovación está estancada. Vive un curso sin protagonismo después de haber sido importante.
El año 2022 puede ser, y cada día que pasa hay más números de que eso se produzca, el último de Óscar Melendo como jugador del Espanyol. A menos de tres meses de que expire su contrato, y aunque ambas partes se mantienen a la expectativa y en negociaciones, por el momento no ha habido un acuerdo después de la última propuesta que le ha ofrecido la entidad. El canterano sigue valorando otros intereses y la oferta perica para finalmente decidir.
Trayectoria de Melendo en la Liga
Pese a ello, no está siendo la temporada del canterano, que a falta de ocho partidos para el final del campeonato está cosechando unos pobres números. El jugador ha participado apenas 701 minutos divididos en 14 encuentros de Liga, 11 de ellos jugados de titular y sin conseguir ser determinante al margen de unos momentos fugaces especialmente al comienzo de curso. Son continuidad, Melendo ha sido más bien un recurso.
| Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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| Próximos partidos |
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Partidos como ante el Real Madrid (2-1) en ese tramo de la jornada 4 a la 12 en la que el mediapunta aprovechó las lesiones de Keidi Bare y Yangel Herrera para consolidarse en el equipo. Fue titular en siete de los nueve encuentros y no le fue nada mal al conjunto de Vicente Moreno, ya que sumó 12 puntos de 27, una media de 44% de los puntos por una media del 38% que posee en toda la competición el conjunto perico.
El de Sant Adrià desapareció después de las alineaciones y le condenó el tramo entre la jornada 22 y 23 cuando el Espanyol solamente sumó uno de nueve, en el pasado mes de enero, y Melendo alternó buenas actuaciones como en Cádiz (2-2) con otras más discretas, ante el Betis (1-4) y en San Mamés (2-1). Desde el 7 de febrero no entra en el equipo titular y sus últimos minutos llegaron el día 20 de ese mismo mes ante el Sevilla (1-1). Marzo, el mes de la resurrección en cuantos a resultados se refiere para el Espanyol, fue de barbecho para el canterano, que espera recuperar su magia mientras acaba de deshojar la margarita.