COPA DEL REY JUVENIL

Baile de Bruno y a la Final Four

El salmantino comandó la clara victoria ante el Tenerife que mete al juvenil blanco en semifinal copera. Asencio, Manuel Ángel, Obrador, Víctor y el propio Bruno, goleadores.

Exhibición y a la Final Four. Media hora melódica del juvenil blanco fue suficiente para apuntarse a las semifinales de la MiniCopa. Torneo ganado en 13 ocasiones por el equipo blanco, pero que resiste desde 2017. Sin el resto de ogros vivos (Atleti, Barça, Sevilla o Villarreal, vigente campeón al que el juvenil madridista dejó en la cuneta), el batallón que lidera Bruno Iglesias es quien más afiladas tiene las garras. Un clavo saca a otro clavo, dicen, y, tras ser eliminados por el Atleti en la UEFA Youth League, los de Hernán Pérez solo saben conjugar triunfos. El Tenerife, que aterrizó en el Campo 7 de Valdebebas invicto, puede dar fe de ello.

Como un equipo rocoso que apenas había recibido nueve goles en 23 partidos ligueros se presentaban los tinerfeños. El plan de Cristo Marrero, mítico exdelantero del Tete adulto, era esperar, esperar y aprovechar resquicios a campo abierto. Bloque bajo para dejar hacer a los de Hernán Pérez. E hicieron. Mucho y rápido. Marvel (con la Sub-19), Nico Paz (Absoluta argentina), Ale Jiménez (Sub-17) y Sala, que aparecía con el brazo en cabestrillo, eran baja. No lo notaron los mirlos blancos, que volaron desde el principio al son que marcaron Bruno Iglesias y Rafa Obrador.

El esquema decía que el primero era centrocampista y el segundo lateral. Todoatacante y extremo izquierdo, la realidad. Loren peleaba con la defensa chicharrera y tuvo la primera con un testarazo que Brian mandó a córner. Y ahí terminaron los avisos y comenzó el maremoto. Bruno templó una falta lateral en el 14', Calleja la bajó y Asencio remachó. Tres minutos después, Manuel Ángel, directo al equipo titular tras sentarse en el banquillo del Castilla la tarde antes, mandó a la red el 2-0. La cruzó con la zurda y hacía justicia al martillo percutor que fue el segundo filial madridista desde el pitido inicial.

Bruno Iglesias dejaba detalles, esos que, junto a sus 16 goles y 15 asistencias este curso antes del arranque, le colocan como uno de los mayores talentos no solo de La Fábrica, sino de su generación. Pero Obrador quiso apuntarse a la fiesta y demostrar que su zurda crea, pero también destruye. Un tremendo latigazo de empeine, en semifolha seca, siguió agitando el árbol de los goles, que dejó caer otro fruto en el 33'. Gonzalo, que también estuvo con Raúl el sábado y llegó a jugar los minutos finales, mandó un maravilloso centro desde la izquierda a su socio en banda contraria, un Víctor Muñoz que hizo el cuarto de cabeza. Partido descerrajado en poco más de media hora.

Guinda y a templar

El tanto de penalti de Dylan, tras derribar Piñeiro a Gabri, sobre la bocina del descanso se quedó pronto en anécdota tras el refrigerio. Bruno Iglesias cedió a Manuel Ángel, que fue derribado. Balón a los 11 metros y el salmantino hizo su decimoséptimo gol de la temporada. Justicia numérica y guinda a su fútbol animoso y vertical, tras participar en la creación de los cuatro tantos anteriores. Aunque el Tenerife salió con otros bríos y los cambios de Cristo Marrero alumbraron una versión más reconocible de los isleños, más respondones.

Así llegó el 5-2, obra de un Adri que acababa de entrar. Angelito también regaló alguna conducción eléctrica, esa que le hace ser el pichichi de su equipo con 11 goles a pesar de jugar en banda. Pero todo estaba más que sentenciado. Los instantes finales fueron de temple y cambios y desfilaron otros talentos de La Fábrica como Pipi o Julen Jon. Una primera parte vertiginosa del Juvenil A que comandó Bruno fue suficiente. Si en la Final Four sigue bailando el Madrid a su son, la decimocuarta MiniCopa estará más cerca.

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