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ATLÉTICO

Reinildo se salta la mili

El mozambiqueño, llegado en este mercado de invierno, logra lo no visto con el Cholo: un futbolista que encaja en el once del Atlético, sin adaptación. Ni Griezmann.

Reinildo, disputa una pelota con Trejo y Bebé, en el Rayo-Atlético de Madrid.
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Reinildo Mandava (Beira, Mozambique, 1994) fue uno de los dos fichajes de invierno del Atlético de Madrid. Llegado del Lille, de la Ligue 1, ha logrado algo que ni Griezmann, la obra maestra futbolística del Cholo: llegar al Atlético y jugar, llegar al Atlético y asentarse en el once, llegar al Atlético y no pasar la mili del Cholo. No le ha hecho falta. Reinildo es titular indiscutible sin ella. João Félix, con todo su talento y el precio de su fichaje, parece haberla superado dos años y medio después de su incorporación se ha graduado. Pero a Reinildo no le ha hecho falta. Nació para jugar con Simeone. Es un soldado. Ha sido llegar él y el Atlético echar el candado.

Los datos son meridianos. Las mismas porterías a cero desde que llegó, hace diez partidos, que en todos los anteriores. Cuatro partidos. Con Hermoso fueron cuatro en 31 partidos, con Felipe, dos en 25, según contabiliza la cuenta @atletico_stats en Twitter, experta en analizar desde el dato y la estadística al equipo rojiblanco. Cero complicaciones con el balón, un ladrillo inamovible en el uno contra uno. Vale con tomar su foto del último partido, ante el Rayo Vallecano: un 70% de los duelos ganados, 12 recuperaciones, cuatro faltas provocadas, sólo una vez regateado. Un muro. El guardián esa palabra, solidez, que el Cholo no dejaba de añorar desde las salas de Prensa.

La solidez perdida fue, durante muchos meses, fue el mal del Cholo. Ese punto de inflexión del que hablaba Giménez en aquellas palabras tras la remontada ante el Valencia en el Metropolitano que llegaron al corazón de la afición. Un punto de inflexión que no llegó ni con la victoria ante el Oporto, que sirvió para pasar de fase de grupos en una Champions complicadísima para los rojiblancos, ni con esa remontada ante un Valencia que le había remontado a los del Cholo dos goles en un descuento para empatarle, ni con la del Getafe, pocos días después. Llegó tras tocar fondo ante el Levante. Y ese fichaje de invierno, Reinildo que cimenta el cholismo desde la defensa, la solidez, la palabra que ha regresado al rojiblanco.

El papel de Lucas

Desconocido hace poco más de dos meses en el universo Atlético, el nombre de Reinildo, sin embargo, la temporada pasada se unía a los de Mbappé y Neymar: fue elegido por L'Equipe en el once ideal de la temporada de la liga francesa. Lateral izquierdo, su posición natural. Pero Simeone necesitaba un central en el pasado mercado invernal, un central para apuntalar una línea que desde que se inició a 2021-22 no ha podido tener continuidad, entre lesiones y sanciones. Savic y Giménez no terminar de jugar juntos, Felipe y Hermoso no cierran la puerta igual, el primero, muy nervioso, con graves errores. Desde la temporada anterior, Simeone se siente más cómodo en un sistema de juego con tres centrales, pero tiene cuatro y Savic y Giménez apenas pueden formar al inicio de la temporada. El Atlético necesitaba un quinto central: lo ha encontrado en Reinildo. El mozambiqueño ejerce el papel de Lucas Hernández que, central natural, por su polivalencia podía jugar en el lateral zurdo rojiblanco. Reinildo es ese futbolista que le faltaba al Cholo desde la marcha del defensa francés al Bayern. La pieza que hace clac. El tercer central izquierdo para darle vuelo a Lodi, el candado perdido, ese que Reinildo lleva en sus botas. Pueden decirle La Roca.