Primera final en Riazor
La Cultural, con la baja de sus tres mejores goleadores, examina a un Borja Jiménez que prepara cambios para intentar sacar de su crisis al Deportivo.
Siete días después de la debacle del Nuevo Vivero, el Deportivo vuelve este sábado a escena para recibir a la Cultural Leonesa en Riazor (19:00 horas). La semana para los coruñeses no ha sido larga, ha sido eterna. Reuniones de puertas para dentro con el entrenador y con la secretaría técnica en un constante gabinete de crisis para buscar soluciones al hundimiento. “Nos miramos a la cara”, “shock”, “punto de inflexión”, “no competimos por primera vez en el año”… son algunas de las frases que han salido de un vestuario consciente de la necesidad de dar un golpe de timón para virar 180 grados y recuperar al equipo sólido y solvente que navegaba líder en la primera vuelta. Casi un recuerdo, porque el presente habla de un Deportivo que mira al Racing de Santander con catalejo después de sumar una sola victoria en las últimas siete jornadas.
Esta caída libre, que ha colocado al Depor más cerca de salir del playoff (cinco puntos) que del liderato (seis), hace que en A Coruña se vea el duelo ante la Cultural como una final. Como una última puerta para pelear el ascenso directo y despejar fantasmas de un batacazo mayor. Para resucitar Borja Jiménez, que vive sus momentos más delicados al frente del banquillo, planea una revolución cambiando más de medio equipo respecto a Badajoz. Realmente se trata de una contrarevolución, porque el objetivo es volver a los orígenes, a la fórmula de los tres mediocentros, dominio y presión alta. Así, recuperará a clásicos como Bergantiños, William, Héctor o Quiles con De Vicente y Granero como savia nueva y la duda de Miku o Noel arriba. Novedades a las que habrá que añadir el lateral derecho. Con Víctor García lesionado desde hace un mes y Trilli prácticamente descartado, Villares será el improvisado carrilero con el fabrilista Iván Guerrero en la recámara.
Más problemas tiene Curro Torres, que tendrá en Riazor las bajas de Aarón, Vitoria y Buenacasa, sus tres mejores goleadores, además de la conocida de Benito. Por encima, la Cultural está instalada en tierra de nadie a diez puntos del playoff y a once del descenso. Esa situación que puede llevar a un equipo a relajarse, a bajar su interés si el partido se complica. O a liberarlo, a jugar sin la presión inmediata del resultado por lo difuminado del objetivo. En A Coruña no se confían y volver a la solidez defensiva es el objetivo número uno de Borja Jiménez, pero no el único. Si el Depor quiere despegar sus jugadores deben recuperar la identidad e intensidad, pero también la pegada. Los focos, tras el 3-0 de Badajoz, iluminan la estructura defensiva, pero el Depor tampoco debe olvidar que lleva casi 300 minutos sin marcar.