Ali Sami Yen, entre la aristocracia y el milagro
El Galatasaray surge de la élite de Estambul. Después de su derrumbe, se descubrió que el hormigón del viejo estadio era de mala calidad.
Como en todas partes, los primeros en jugar al fútbol en Turquía fueron los ingleses, pero el deporte enseguida arraigó entre la población de Estambul, y especialmente entre los hijos de la élites sociales que acudían al Liceo Galatasaray. Uno de estos jóvenes era Ali Sami Yen (1886-1951), hijo del intelectual y político Sami Frashëri, una de las figuras principales de la historia turca, cuyo nombre en árabe era Semseddin Sami (sol de la religión).
Ali Sami Yen fundó el Galatasaray para formar el primer club compuesto únicamente por jugadores turcos. Todos ellos, alumnos de esta escuela, fundada en 1481 como escuela imperial por el sultán Bayezid II. Desde el inicio, se ve el aire aristocrático de la entidad que adopta el lema del Liceo: “Me encanta la calidad, me encanta la superioridad, me encanta mi Liceo” (en francés, por supuesto). En principio, el equipo debía llamarse Gloria o Audace, pero finalmente adoptaron el nombre de la ciudadela genovesa de Galata en el Bósforo. Galatasaray significa palacio de Galata.
Empezaron jugando en el estadio Taksim, que no era más que el patio de un cuartel de artillería donde las paredes se transformaron en tribunas antes de construir el mítico Ali Sami Yen, que tardó más de 25 años en completarse. Las obras empezaron antes de la II Guerra Mundial y no concluyeron hasta bien entrado 1964.
El día de la 'premiere' pudo acabar en tragedia, y su historia también. Durante el partido inaugural entre Turquía y Bulgaria una multitud cayó de la primera planta, pero milagrosamente no murió nadie. Cuando el estadio fue derruido, fueron descubiertos graves defectos en su construcción. Se utilizaron sólo 57 kilos de acero por metro cúbico de hormigón. En el nuevo NEF la cantidad es de 250 kilos por metro cúbico. El Ali Sami Yen bordeó muchos años la desgracia.
El nuevo recinto, inaugurado en 2011, no pudo llamarse Turk Telekom Arena porque el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, prohibió que ningún estadio lleve la palabra arena. “Sabéis lo que pasaba en las arenas, ¿no? La gente era desmembrada por animales”, aseguró. Eso no quita para que la empresa de telefonía turca abone al club 10,25 millones de euros durante una década para poder patrocinar el nuevo Ali Sami Yen.