Kubo firma la salvación del Getafe
Un golazo del japonés acaba con el sufrimiento azulón. Aleñá marcó el primero. Los fichajes de invierno fueron decisivos.
Un capítulo importante de la historia del Getafe echó el cierre en el Coliseum. Take Kubo se vistió de héroe marcando un golazo propio de su clase que tan poco le han dejado mostrar. Bordalás y su grupo de jugadores han firmado una de las épocas más brillantes del club. Un ascenso, tres grandes años en Primera y un paseo orgulloso por Europa son un bagaje sobresaliente con un final más próximo al alivio que a la felicidad.
Era día de fiesta menor o aplazamiento de deuda para los azulones. El inicio fue inmejorable. Llegaban goles favorables de todas partes y Aleñá lo hizo llegar in situ. Una buena presión de Ángel, un buen centro de Cucurella y un disparo inalcanzable. Todo era fácil aquí y allá. Pero el Geta de este año vive en el alambre y sufre lo suyo y lo ajeno. Ángel se retiró entre lágrimas antes de la media hora. No superará a Manu del Moral, al que tiene a tiro desde hace medio año. No pasará a la historia. Poco después llegó el desajusta azul de cada día que aprovechó Melero para igualar el choque.
La diferencia de intensidad se evidenció en todo momento. Es un detalle imprescindible, pero no siempre definitivo. El Levante tenía más el balón y lo trataba con dulzura frente al desamor del Getafe, que apretaba en todas partes sin querer más protagonismo que el de las áreas. Al poco de salir Jaime Mata tuvo su oportunidad que se fue al larguero previo despeje de Cárdenas.
Los cambios del segundo tiempo hablaron del carácter de los entrenadores o del miedo que tenía el de casa frente al desenfado del foráneo. El punto era suficiente para Bordalás, que reforzó el equilibrio defensivo. Paco López ya había hecho los deberes con los suyos y cambiaba para ganar. En esas llegaron los goles del Elche y la zozobra se adueñó del Coliseum. Había que ir a por el partido. Kubo al campo. Golazo del japonés. Se acabó el sufrimiento. Alivio azulón. Bordalás y su grupo no merecían irse del Getafe con un suspenso en su currículum. Kubo deja su firma.